En el mundo del arte encuentro las respuestas a los diversos interrogantes de mi vida existencial.
Con la magia de la cerámica, tan domésticamente maleable, puedo transformar mi universo particular de mil maneras diferentes, tanto en las formas como en los colores que utilizo, dando pié a que mi imaginación no cese en el empeño de obtener la obra finalizada. Por sistema, no suelo pensar a priori lo que en el proceso iré construyendo, ya que dejo que mi subconsciente, almacén de mis sentimientos, haga su camino.
Según lo que quiero expresar, utilizo barro común, gres, porcelana, tierra refractaria, etc. Me apasiona todo el proceso, y finalmente dejo que el fuego acaricie la obra resultante superando la amenaza de ver destruido el trabajo de muchos días.
Más información http://dolorsbosch.blogspot.com.es/