La Galería Ippodo, especializada en arte japonés, muestra estos días en su sede de Nueva York la obra del jóven maestro Noriyuki Furutani, especializado en el clásico chawan “tenmoku”, que en este caso cubre con un esmalte dorado
Nacido en 1984, Noriyuki Furutani se ha consolidado como una figura destacada en el arte cerámico japonés, especialmente por su dominio del estilo Tenmoku. Reconocido por sus cuencos de té de formas impecables, Furutani logra capturar en cada pieza un microcosmos visual, gracias al singular patrón decorativo conocido como “manchas de aceite”, que evoca un universo en expansión.
Considerados los más formales dentro del repertorio de cuencos de té, sus trabajos se inspiran en la tradición de los antiguos cuencos del templo budista Tianmu, en China, de donde el Tenmoku toma su nombre. Actualmente establecido en la histórica localidad ceramista de Shigaraki, Furutani continúa perfeccionando su técnica tras enriquecedoras residencias en Anderson Ranch Arts Center, en Colorado (EE. UU.), y en el reconocido horno Hanaoki Kiln, en la ciudad de Toki, prefectura de Gifu, Japón.
Foto: Noriyuki Furutabi (japón, 1984). Cuenco para el té dorado. 7 × 13,3 × 13,3 cm.
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