La ceramista radicada en Londres Magali Kivatinetz narra sus experiencias en la ciudad japonesa de Bizen, donde entró en contacto con la cerámica tradicional de la mano de Taiga Mori
El cambio en el rostro de una artesanía ancestral japonesa
Magali Kivatinetz
Llegué desde Tokio un lunes por la mañana, alejándome de la bulliciosa metrópolis hacia un mundo más tranquilo y pausado. Cuando el tren llegó a Imbe Eki, la estación de Bizen, allí estaba Taiga Mori, o cómo aprendí rápidamente, Taiga-san, esperándome en la modesta estación.
El pueblo parecía simple a primera vista: calles estrechas bordeadas de casas sencillas, tranquilas salvo por el rugido ocasional de un coche y los locales en bicicleta. Bizen, una pequeña ciudad en la prefectura de Okayama, es el epicentro de una tradición cerámica con siglos de antigüedad. En todos lados podía ver indicios de su herencia alfarera: chimeneas de hornos ocultas tras casas, macetas decorando las ventanas, el olor a fuego de leña en el aire. Aquí pasé cinco semanas transformadoras, trabajando en dos ciclos completos de cocción a leña en distintos hornos.
La alfarería de Bizen es una de las formas más antiguas de cerámica de Japón, cargada de rica historia. Sus orígenes se remontan a más de mil años, con las primeras piezas producidas durante el Período Heian (794-1185). La cerámica de Bizen se distingue por sus colores terrosos y sin esmalte, y el intenso proceso de cocción a leña que da a cada pieza un encanto único y lleno de carácter. Históricamente, Bizen fue sostenida por seis familias alfareras originales, incluida la familia Mori, a la que pertenece Taiga-san. Estas familias jugaron un papel crucial en preservar y transmitir las técnicas tradicionales de la alfarería de Bizen a través de las generaciones.
Hoy en día, una nueva ola de artistas está infundiendo energía fresca a Bizen, liderada por Taiga-san, quien está redefiniendo la artesanía y la cultura de la alfarería de Bizen.
Cuando llegué por primera vez al estudio de Taiga, me impresionó cuánta tradición aún vivía en cada rincón del taller. El olor a humo de leña, la textura áspera del barro sin esmaltar, el proceso lento y deliberado: todo hablaba de una artesanía centenaria. Y, sin embargo, al trabajar junto a él, vi de primera mano cómo equilibraba ese profundo respeto por la tradición con una apertura a la innovación.
Taiga Mori: Equilibrando Tradición e Innovación
En el centro de la transformación de Bizen está el delicado baile entre tradición e innovación, liderado por Taiga-san, quien sigue comprometido con las técnicas laboriosas que han definido la alfarería de Bizen durante más de mil años. Durante mi tiempo allí, fui testigo de este proceso, participando en la intensa alimentación ininterrumpida del fuego del horno. Es laborioso y, a veces, agotador, pero también hay una magia innegable al ver cómo el fuego hace su trabajo impredecible.
Pero lo que hizo que mi tiempo en Bizen fuera realmente especial fue el sentido de comunidad y las profundas conexiones formadas alrededor del horno. Compartí innumerables comidas con toda la familia Mori, desde los desayunos antes del amanecer hasta cenas nocturnas después de largos turnos vigilando el horno. Estas comidas estaban llenas de risas, historias y un vínculo forjado por el compromiso compartido con la artesanía. El ritmo pausado de Bizen, el énfasis en la comunidad y el trabajo compartido de atender el horno impactaron no solo mi técnica, sino también mi enfoque hacia la creatividad.
Curiosamente, mientras honra las tradiciones alfareras de la zona, Taiga-san también está experimentando audazmente con nuevas formas, estéticas y, más importante, colaboraciones. Durante mi estadía en Japón, me contó sobre su incursión en el trabajo internacional con otros artistas, comenzando en 2013 cuando viajó a Francia para construir un horno al estilo de Bizen. Esta experiencia plantó las semillas de algo más amplio: una idea de que la alfarería de Bizen podría ser un punto de encuentro entre culturas. Estaba claro que Bizen no solo estaba mirando hacia adentro; también estaba abrazando al mundo.
Liderazgo y una visión comunitaria
Taiga-san no es solo un artista; también es un líder dentro de la comunidad y un visionario que impulsa a Bizen a abrirse al mundo. Su taller está lleno de vida: es un punto de encuentro para artistas, tanto locales como visitantes. Estar allí me hizo sentir el espíritu de apertura que él defiende. Los artistas pasaban a compartir ideas o echar una mano, y cada conversación se sentía como un cruce de inspiración. Su estilo de liderazgo es colaborativo, y se nota. Su visión se aparta de las prácticas más insulares del pasado, infundiendo a la comunidad un renovado sentido de energía. Siempre da la bienvenida a cualquier persona que quiera observar, aprender y hacer preguntas sobre su proceso. Comparte libremente su sabiduría, ya que cree profundamente en la importancia del intercambio de conocimientos como parte de su filosofía de vida.
En el tiempo que pasé en Bizen tuve el privilegio de presenciar cómo Taiga-san y los artistas a su alrededor están rompiendo barreras, no solo dentro del mundo de la alfarería, sino también entre disciplinas. Diseñadores, chefs, cineastas: todos son bienvenidos en su taller, y es en estas colaboraciones donde surge una nueva e inesperada belleza.
Su enfoque también une generaciones. Taiga trabaja tanto con alfareros mayores cuyas técnicas se perfeccionaron a lo largo de décadas de práctica, el más significativo siendo su propio padre Atsuo-san, quien, aunque menos activo en estos días, es una figura permanente en su taller, como con artistas jóvenes ansiosos por experimentar. Entre ellos se encuentra Kazuya Ishida, colega de Taiga-san, quien utiliza su gran influencia en las redes sociales para destacar la relevancia de Bizen en el mundo actual, habiendo trabajado en el Reino Unido y liderado proyectos como el ‘Oxford Anagama Project’.
Una Comunidad en la Intersección de la Historia y la Modernidad
Los cambios que están ocurriendo en Bizen tienen repercusiones que van más allá de esta pequeña comunidad. A medida que Taiga Mori-san y otros amplían el alcance de lo que puede ser Bizen, el panorama más amplio de la cerámica japonesa también está cambiando. Trabajando con estos alfareros, fui testigo de cómo están traspasando las fronteras de su oficio. La interacción entre la creatividad moderna y las técnicas antiguas sirve como modelo para las artesanías tradicionales en todo Japón.
Figuras como Taiga Mori, Kazuya Ishida, Takashi Baba y Syo Fujita navegan en la intersección entre la historia y la modernidad. Kazuya-san combina las técnicas tradicionales de Bizen con influencias contemporáneas, a menudo experimentando con formas y texturas. Baba-san empuja los límites con su serie ‘Yohen Blue’, integrando nuevas técnicas de esmaltado para un acabado fresco y moderno. La serie ‘White Bizen’ de Fujita-san introduce una estética minimalista, abrazando la belleza cruda del barro blanco. Honran su herencia, pero no están atados a ella. En cambio, ven la tradición como una base para algo dinámico y nuevo. Este equilibrio entre respetar el pasado y abrazar el futuro es lo que hace que la cerámica de Bizen sea tan cautivadora hoy en día.
Para los lectores de Infoceramica, esta historia ofrece una ventana a cómo el patrimonio cultural puede evolucionar y cómo una comunidad de artistas dedicados puede redefinir una forma de arte mientras permanece fiel a sus raíces. La alfarería de Bizen no solo está sobreviviendo; está prosperando, prometiendo un futuro emocionante tanto para la artesanía como para los artistas que la moldean.
Al final, la alfarería de Bizen es un testimonio del poder de la tradición y el cambio. Demuestra que un arte ancestral puede encontrar nueva vida en un mundo moderno sin perder la esencia que la hizo especial. Bajo el liderazgo de artistas como Taiga Mori, Bizen está preparada para inspirar a futuras generaciones a valorar la artesanía, la comunidad y la belleza que surge cuando la historia y la innovación se encuentran.
Para continuar con la visión de Taiga-san de abrir Bizen al mundo, estamos organizando talleres de cocción a leña para 2025 y 2026 en Bizen y Europa, permitiendo a las personas experimentar de primera mano la magia única de esta tradición. Para más detalles, por favor contáctanos en mkpotterystudio@gmail.com.
Sobre los protagonistas:
Magali Kivatinetz es una ceramista radicada en Londres, cuyo trabajo se inspira en filosofías japonesas como Mingei y kintsugi. Colabora con restaurantes y particulares para crear piezas funcionales y equilibradas estéticamente, abrazando la belleza de los materiales naturales y el poder transformador de la cocción a leña. @mkpotterystudio
Taiga Mori es un ceramista de tercera generación de Bizen, Japón, que fusiona las tradiciones alfareras de siglos con innovaciones modernas. Como líder comunitario, Taiga-san promueve la colaboración y apertura, redefiniendo el futuro de la cerámica de Bizen a través de intercambios internacionales y asociaciones creativas.@taiga_mori
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