El pasado fin de semana pudimos asistir a un punto de inflexión en la historia de la Feria de cerámica de Argentona (Barcelona), que se redefine como un festival de cerámica en el que las actividades adquieren protagonismo en paralelo a la feria propiamente dicha
Argilla Argentona: De feria a festival
Wladimir Vivas
Muchas ferias de alfarería y cerámica en todo el mundo tienen eventos paralelos, y no es fácil establecer cuando estos convierten una feria en un festival, puede que sea solo una cuestión semántica. Pero lo que es muy cierto es que la feria Argilla Argentona, a lo largo de los últimos años, se ha ido transformando y ahora está perfectamente justificado que la organización la defina como “Festival Internacional de la Cerámica”.
En el caso de Argentona en cualquiera de los días del festival encontraremos actividades que harán atractiva la visita, incluso sean una buena excusa (si es que esta es necesaria) para decidirse a pasar unos días en esta localidad del Maresme. Además de comprar cerámica de calidad en los cerca de sesenta puestos de ceramistas procedentes de Cataluña, España, Francia, Italia, Alemania, Eslovenia, Polonia, Ecuador y Marruecos, con la República Checa como país invitado, pudimos asistir a espectáculos, como el titulado “Fang”, de Animal Religion, una compañía que combina el circo y la performance artística, ofreciendo una simbiosis entre el cuerpo humano, el barro, la luz y la música.
El otro punto fuerte en cuanto a espectáculos fue el ofrecido por Fem Foc, la compañía formada por Inga Freitas y Julia Sangés, titulado “Mind the hiatus”. Como en otras ocasiones, Fem Foc nos sorprende con una cocción en directo que se transforma en reflexión sobre la destrucción de la naturaleza, pero también el entorno urbano y, por ende, la sociedad. Su espectáculo fue, como siempre, hipnótico y emotivo, pero en esta ocasión encontramos un desarrollo más complejo y un vocabulario más desarrollado, en que se incorpora la música y la imagen.
También pudimos visitar tres exposiciones, la de Nuri Negre, titulada Llum i foscor, en el Saló de Pedra del Ajuntament, una “metáfora del crecimiento personal, la transformación y la belleza inherente que se encuentra en el proceso de eclosión”. Por otro lado, en el Museu del Càntir se mostró la obra de la ceramista checa Eva Roucka, centrada en sus Records de la Xina. Una obra muy narrativa con un lenguaje que en ocasiones nos recuerda la instantánea fotográfica llevada a la cerámica, con mucho sentido del humor, además. Por último disfrutamos de la exposición de Pep Gómez, catalán afincado en la La Borne (Francia), donde realiza sus obras en las que la cocción en grandes hornos de leña complementan sus referencias personales y su tributo a los Origens de su creación artística. Esta exposición podría —y debería— haber lucido más si se hubiera mostrado en un entorno más acorde con la calidad artística. Teóricamente exponer cerámica en el jardín de una histórica casa del gran arquitecto Puig i Cadafalch puede sonar bien, siempre y cuando se haga una rehabilitación pensando en su uso expositivo. Desgraciadamente no es así, y el entorno no contribuyó a destacar la calidad de la cerámica expuesta.
Otro de los puntos fuertes del festival fue la participación de los ceramistas de la república Checa como país invitado, que contó con demostraciones de trabajo, presentación de su trabajo, película y visita guiada a la exposición de Eva Roucka, así como la participación de seis ceramistas participantes en la feria.
Como todos los años, la organización promueve la realización de un Càntir del año, que esta ocasión a sido el diseñado por Mariscal, que comentó: «El botijo es una nevera sin pilas. Es un invento de hace miles y más miles de años. Es portátil, se puede llenar, es frágil, si se trata sin cuidado se rompe, se comparte con amigos y, sobre todo, es humilde, casi anónimo. En verano, cuando hace calor, suda agua como tú. A la sombra de una higuera, el agua fresquita del botijo es una joya.»
Como ya es habitual hubo también demostraciones de torno y rakú, actividades para niños, charlas y debates, visitas guiadas y la presentación del libro Fang a les mans, de la ceramista Elisenda Sala.
En definitiva, una cita que cualquier profesional, estudiante o aficionado a la cerámica debería tener muy en cuenta en su calendario, en la que, además de una buena selección de cerámica en venta, podemos disfrutar de un fin de semana lleno de cultura cerámica internacional.
Museu del Càntir de Argentona
Plaza de la Iglesia, 9
Argentona, Barcelona
Tel. 93 797 21 52
Web: www.museucantir.org
Infocerámica agradece a Argilla Argentona y a Oriol Calvo la ayuda prestada para la realización de este artículo
Si quieres seguir leyendo artículos como este, apóyanos haciéndote socio de Infocerámica