Entrevista a Isabel Fernández del Moral e Isabel Cendoya

by Infocerámica

Pablo Picasso. “Càntir”, Poterie Madoura, Valauris, 1952. Terracota y engobes. 21,2 × 23,2 × 13,3 cm. Donació Pablo Picasso, 1957. Museu del Disseny de Barcelona.

La exposición del Disseny Hub, de Barcelona, dedicada a la cerámica de Picasso ha supuesto el punto álgido de la celebración del año Picasso para el mundo de la cerámica. Tenemos la oportunidad de conversar con las comisarias de la muestra: Isabel Fernandez del Moral e Isabel Cendoya

Picasso, el mestre escudiller

Entrevista de Wladimir Vivas

Wladimir Vivas. ¿Podéis contarnos cómo surge la idea de esta exposición?

Isabel Fernández del Moral. Todo surgió de la complicidad y complementariedad entre las dos comisarias, como sabes yo me encargo de la colección de cerámica del Museu del Disseny-DHub, una colección de cerámica española excepcional, e Isabel Cendoya, con una amplia experiencia en el Museo Picasso de Barcelona, y gran conocedora del artista. Vimos claramente la ocasión de unir estas dos vertientes.

Isabel Cendoya. Sí, la verdad es que habíamos hablado muchas veces de las colecciones del Museu del Disseny, y de las piezas de esta colección que pudo ver Picasso. Cuando supimos de la Celebración Picasso, pensamos que era la oportunidad ideal para hablar de esto, pero no tanto de la cerámica de Picasso, que es un tema que han estudiado anteriormente Marilyn McCully , Salvador Haro y otros expertos, sino explicar una historia y dar respuesta a una pregunta que a veces se nos había formulado: ¿Por qué tenéis picassos aquí? Era el momento, se alinearon los astros y tiramos adelante.

WV. Una de las partes del catálogo que más me gustaron es la narración de cómo llegan las piezas a Catalunya.

IF. Este era parte del objetivo, no tanto centrarnos en el gran tema que es “Picasso y la cerámica”, sino explicar nuestra propia historia. Tenemos la suerte de conservar el diario de Lluis Maria Llubià que es, de verdad, muy divertido y ameno y que explica muchos detalles que acercan el tema al ciudadano de a pie, no solo a los expertos. Explicar estos pequeños detalles, estas anécdotas de cómo el autor del diario se acerca a Picasso, y de cómo todo son una serie de casualidades que surgen de la preparación de la exposición realizada en Cannes en 1957 sobre cerámica española. Vemos como Llubià tenía conocimiento de la exposición que había organizado la Academia Internacional de Cerámica, en 1955 en Cannes, donde González Martí conoció a Picasso y como éste había conseguido una importante donación de obras para el museo de Cerámica de Valencia. Llubià, que era hábil, pensó que era la ocasión ideal para conseguir una donación para los Museos de Arte de Barcelona y realmente lo consigue y además logra una cosa muy importante: seleccionar él mismo las piezas. Creemos que ésta es la gran diferencia entre la donación que se hace a González Martí, en la que Picasso directamente escoge unas piezas, y la donación que se hace a este museo, y es que aquí Picasso dice “llévate de este taller lo que tú quieras”, muy picassiano, y Lluis Maria Llubià contesta que de lo que hay allí no escogerá nada, pues le interesan unas piezas muy concretas, y en un viaje posterior ya volverá a recogerlas.

IC: Esa es la gran diferencia y también uno de los temas que más nos llamó la atención y que nos provocó más preguntas para las que no tenemos respuestas: cuando miras la selección de piezas, aparte de criterio cronológico, que es lo que escribe Llubià en sus memorias, también vemos que son piezas cerámicas en las que encontramos representadas, no solo la cerámica de Picasso, sino grandes temas que inundan también el resto de su producción en otros soportes. Esto hizo que nos cuestionáramos ¿Hasta qué punto LLubià conocía a Picasso? ¿Conocía al pintor, a su obra? ¿Sabía qué era lo que le inquietaba? Lubià fue capaz de hacer una selección basada en lo que es la trayectoria cerámica de Picasso pero haciendo guiños al resto de producción, e intentando también tener representados temas que son muy importantes en Picasso, como por el ejemplo “el pintor y la modelo”. El tema de que pudiera escoger nos hizo pensar en que Llubià, más allá de ser un experto en cerámica, era una persona que tenía el ojo puesto en la producción de artistas contemporáneos.

Reproducción de la carta autógrafa de la donación firmada por Picasso, 26/4/57. Papel. 20,8 × 30 cm. Arxiu Nacional de Catalunya. Junta de Museus.

WV. Esta exposición se hace conmemorando una exposición realizada en el pasado. ¿Qué pensáis que va a quedar de esta exposición y de vuestras investigaciones, cuál creéis que ha sido la aportación principal?

IF. Bueno, ojalá sea una aportación que perdure en el tiempo, nosotras queríamos explicar la historia de este encuentro, queríamos explicar cómo la carta de donación de Picasso -que Llubià le sugiere que escriba- es el germen del Museo de cerámica de Barcelona. El Museo ya se estaba gestando hacía mucho tiempo, las colecciones ya estaban formadas, pero faltaba el empuje presupuestario para crear realmente este museo monográfico, y él consigue que Picasso escriba esta carta, en la que dice que en el término de seis meses, si no se exponen junto a las otras cerámicas españolas, retirará la donación. Y es con esta carta que Llubià puede ir al alcalde y a las autoridades, y conseguir el presupuesto para agilizar esa exposición de cerámica española que será la base de lo que en 1966 se convertirá en el Museo de Cerámica. Para nosotras era importante destacar este hilo, ver como se forma esta colección y la importancia que tienen estas 16 piezas donadas por Picasso. Por otro lado, también es importante la relación que establecimos entre estas piezas: unas están claramente fijadas en la tradición española, otras en el mundo mediterráneo clásico; alguna otra remite a las producciones locales provenzales y a las reproducciones arqueológicas que hacían en Madoura cuando él llega. En las dieciséis piezas teníamos estos tres temas para desarrollar, así como una relación muy directa con toda nuestra colección en lo referido a colores, técnicas, iconografías, formas o tipologías, tal como recoge el catálogo. Tenemos muchas piezas históricas que muestran como Picasso, del que siempre se ha dicho que lo fagocitaba todo, recoge la tradición de la historia del arte. Aquí hemos puesto sobre la mesa muchos ejemplos, algunos de ellos quizás más anecdóticos pero que queríamos destacar, como es el caso de una pieza que aparece con el “tres pies” (“atifle”) pegado, esta es una pieza defectuosa, no es museable, una pieza que fue a parar seguramente al testar, y como de eso Picasso crea una serie muy interesante. Queríamos ir a parar a este pequeño detalle, del gran artista que es capaz de recogerlo todo. Queríamos evidenciar con nuestra colección la capacidad de Picasso para transformar aquello que ve, poniéndolo a la vista del visitante.

IC. Creemos que es importante que las ciudades conozcan el origen de sus colecciones, que conozcan la historia y las puedan apreciar. Insistimos también en el hecho de que debía haber una publicación que recogiera en profundidad toda la investigación y, sobre todo, la documentación que lo acompaña. Hemos tenido mucha suerte porque realmente nuestro trabajo y nuestro relato van acompañados de documentos que lo certifican y que lo acompañan. También tuvimos la oportunidad de presentar la exposición en París, en el congreso de clausura del año Picasso, donde se congregó un foro impresionante, en el que participó todo el sector “picassiano”. Allí tuvimos la oportunidad de explicar esta historia y hablar de Picasso y, sobre todo, usar a Picasso para hablar de la cerámica española y de las colecciones.

IF. Nuestra intención era también validar esta relación Picasso-Barcelona, que está muy clara con el Museo Picasso, pero que quizá no es tan conocida en nuestro caso, a pesar de ser una de las primeras donaciones que hizo a la ciudad personalmente.

IC. Sí, por un lado están la donación del Arlequín, la Minotauromaquia y la nuestra, antes de la gran donación para el Museo Picasso. La única donación de cerámica que hace Picasso es esta. Tomamos como punto de partida la frase del artista publicada en el diario La Vanguardia: —pero cómo es posible que hayan hecho esto antes que yo. Dado que existe una visión del personaje como endiosado, hay gente que la interpreta como de soberbia; sin embargo, desde que la leímos por primera vez la interpretamos como una muestra de admiración. Según dice La Vanguardia, esta frase la dice cuando visita la exposición de Cannes, y es allí donde se produce la donación, con lo cual está la voluntad de decir “aquí en mi país hay una tradición cerámica impresionante y yo quiero ser uno de estos, yo quiero estar en este relato que recoge el Museo de Cerámica” y por eso hace la donación, quiere continuar formando parte de esta historia, y para nosotras eso era muy importante, porque te habla de cómo Picasso ve las cerámicas y también de cómo quiere seguir formando parte de la tradición: lleva en Francia muchos años pero quiere seguir siendo un artista español.

IF. Hay una cosa que nos gustó mucho, Llubià envió un libro a Picasso con la dedicatoria “Al mestre escudeller, -al maestro escudillero-, Pablo Picasso” y cuenta: -a él esto le gustó mucho. Este podría haber sido el título de esta exposición “Picasso, mestre escudeller“; de hecho, la mesa redonda que hicimos la titulamos así, porque cuando piensas en Picasso siempre hay una cierta controversia sobre si Picasso solo decoraba, pero aunque así fuese, no debemos restarle mérito.

Catálogo de la exposición “La ceràmica espanyola, del segle XII als nostres dies”, 1957. Papel, 22 × 16 × 0,5 cm. Museu Nacional d’Art de Catalunya, Barcelona.

WV. Hay un detalle relacionado con la cerámica que Picasso hizo en el taller Madoura, y es el tema de su interés por la reproducción. En grabado, por ejemplo, nadie cuestiona que se hacen “tiradas” de numerosos ejemplares y, sin embargo, en cerámica esto está un poco desprestigiado. Parece que Picasso sí tenía la idea de que la obra, que él consideraba original, tuviera un mayor acceso para los compradores. ¿Cómo está esto considerado en el mundo picassiano?

IF. Pues mira, volvemos a nuestra colección, en la que hay una parte en la que hay obra de pieza única, y otra que tiene el sello de Madoura, con el “Apres Picasso”. En una carta Picasso escribe “todas estas obras son originales mías”, a pesar de que en algunas pone el “Apres Picasso”. De hecho tenemos una pieza con el “Apres Picasso” tachado, y debajo la firma de Picasso, aunque medio borrada. Con lo cual, ya en aquel momento, en origen, él mismo reivindicaba claramente mediante esta corrección, que esas piezas eran “suyas”, separándolas de esas otras seriadas que él había permitido, negociado o validado como Madoura.

IC. Bueno, yo creo que, al final, la unicidad, el tema de que algo sea único lo hace más valioso. En todo caso, yo creo que en el mundo picassiano las cerámicas seriadas se consideran también, porque el hecho de que haya muchas no significa que él no esté detrás, y todos los museos las tienen y las exponen sin ningún problema; aunque es verdad que el grabado “La comida frugal”, de 1904, del que hay muy pocos ejemplares, está mucho más apreciado.

WV. Respecto a la idea de mostrar las obras de Picasso junto a piezas antiguas de la colección, ¿Se ha pensado que eso se refleje en la colección del Museo?

IF. Pues independientemente de si se muestran en exposiciones permanentes o temporales esta relación siempre estará presente en la colección. Y siempre están disponibles para presentar este dialogo.

WV. ¿Cómo crees que este tipo de exposiciones, que muestran la obra en cerámica de un gran maestro pueden repercutir en la visión de la cerámica en el mundo del arte en general o en la museología respecto a los también grandes maestros, pero que trabajan exclusivamente en cerámica?

IC. Existe esa tendencia del gran público hacia la pintura, y el hecho de enseñar que artistas, que igual son más conocidos por su faceta pictórica, tienen también un trabajo en cerámica, y mostrar además hasta qué punto este trabajo tiene una calidad, y que para ellos es otro soporte más, yo creo que ayuda a darle a la cerámica el sitio que tiene que tener. A al final la creatividad no tiene que estar sujeta al soporte en el que se desarrolla; de hecho, una obra de arte puede ser buena, sea en cerámica, sea en pintura, porque lo que importa no es tanto el soporte que te ayuda a encontrar el resultado que buscas. Yo creo que el hecho de mostrar que artistas como Picasso trabajaron la cerámica, y no como una anécdota, ayuda a seguir poniendo y darle el sitio que debe tener la cerámica y se ve en las colecciones, es una materia que se ha trabajado siempre.

WV. lo malo es que muchos museos pueden estar muy abiertos a exponer cerámica de Picasso, de Miró, de Tapies o de Chillida pero ¿cuántos de esos grandes museos tienen expuesta una pieza de, por ejemplo, Claudi Casanovas, Enric Mestre o Maria Bofill?

IF. Es cierto. Teóricamente tiene que ayudar, el otro día fui a una charla de una conocida ceramista y decía “ahora todo el mundo hace cerámica, está muy de moda, pero sin embargo no hay más gente comprando cerámica, las galerías no están vendiendo más cerámica”. Yo no sé si esto es cuestión de tiempo y acabarán llegando al museo, la galería y el gran mercado del arte pero quiero creer que el trabajo que hacemos entre todos ayudará a que esto cambie en un futuro próximo.


Pablo Picasso. “Plato”, Poterie Madoura, Valauris, 1948. Terracota con engobes, decoración a molde, pintada y vidriada. 1,7 × 25 × 33 cm. Donació Pablo Picasso, 1957. Museu del Disseny de Barcelona.

Pablo Picasso. “Plat”, Poterie Madoura, Valauris, 1953. Terracota con engobes, pintada y esgrafiada. tada i esgrafiada, 4 × 38,7 × 31,8 cm. Donació Pablo Picasso, 1957. Museu del Disseny de Barcelona.

Pablo Picasso. “Alfardó” (Rajola), Poterie Madoura, Valauris, 1957. Terracota pintada en negro, 19,5 × 39 × 3,8 cm. Donació Pablo Picasso, 1957. Museu del Disseny de Barcelona.

Bote de farmácia. Paterna, primera mitad del siglo XV, pieza con reflejo dorado. 32 × 14,2 × 14,2 cm. Compra, 1932. Museu del Disseny de Barcelona.

Pablo Picasso. “Gerra”, Poterie Madoura, Valauris, 1953. Terracota con engobe, reservas a la cera, pintada y vidriada, 29,2 × 13,5 cm. Donació Pablo Picasso, 1957. Museu del Disseny de Barcelona.

Pablo Picasso, “Gerro del Pintor i la Model”, Poterie Madoura, Valauris, 1954. Terracota con engobes y reservas a la cera, pintada y vidriada, 38 × 24 cm. Donació Pablo Picasso, 1957. Museu del Disseny de Barcelona.

Pablo Picasso. Jarra tipo “Gòtica”, Poterie Madoura, Valauris, 1955. Terracota con engobes, reserva a la cera, pintada y vidriada, 28,5 × 22,5 × 17 cm. Donació Pablo Picasso, 1957. Museu del Disseny de Barcelona.


Ver vídeo en Youtube sobre la muestra


Infocerámica agradece a Isabel Fernández del Moral e Isabel Cendoya y al Disseny Hub Barcelona por la ayuda prestada para la realización de este artículo. Todas las piezas y documentos de Picasso están sujetas a gestión de derechos con VEGAP: © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2023. Publicadas con permiso de Disseny HUB Barcelona para la promoción de la exposición “La voluntat de Picasso. Les ceràmiques que van inspirar l’artista”, parte de la Celebración Picasso 1973-2023.


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