Hasta el 27 de noviembre se puede visitar la muestra de cerámica del artista sevillano Rafa Chacón, titulada «Herida de luz», en Centro de Arte y Cultura Contemporánea La Casa Amarilla, de Málaga
La máscara que muestra, la herida que sana
Texto: Jesús Reina Estévez (Jeres)
“Herida de Luz” es un título que responde a la salud de su creador; a veces delicada, siempre molesta, como un obstáculo al que tiene que hacer frente y vencer día a día y continuamente. La máscara ayuda a engañar al dolor y a la enfermedad, a fingir que todo está bien o no siempre tan mal. La enfermedad produce heridas, siempre dolorosas, de las que emanan sangre y que tradicionalmente son tomadas como un suceso funesto, pero que está en nosotros reconvertir en algo esperanzador y positivo, síntoma de vida, de viaje continuado, de resiliencia y resistencia, y de luz que se escapa pero que se atesora. La relación entre el propio dolor y cómo se comparte eso con la comunidad, con el exterior lleva a la máscara porque no siempre es posible sucumbir a la práctica del dolor, al ensimismamiento en las propias desgracias.
La obra, por tanto, habla sobre la supervivencia, la adaptación en sociedad de los individuos y la necesidad perentoria de usar la máscara en lo cotidiano para sobrevivir al medio. La creación individual de nuestra máscara como escudo protector se convierte en una forma para encajar con el medio, para conectar con los demás y adoptar sus lenguajes, sus costumbres y su vestimenta. Con la máscara nos disfrazamos, nos vestimos metafóricamente.
La exposición trata sobre el ego, y sobre la relación con la propia imagen. El Eros y el Thanatos, lo que produce placer y concede muerte permite el renacimiento diario al portar la máscara, pues las pequeñas pérdidas y adquisiciones nos cambian y traumatizan. Por tanto, el entorno y las experiencias personales ante la maleabilidad del ser evidencian la necesidad de saber adaptarnos, de la resiliencia, del trauma y la supervivencia ante las expectativas, el estrés y las exigencias actuales.
Como la máscara del héroe, todos somos protagonistas de nuestra historia y completamos un ciclo de aventura y resurrección, donde regresamos renovados, diferentes, nuevos. A veces mejor, triunfantes; y otras, dañados, dolidos, pero siempre más experimentados.
Las piezas, que componen la obra son –tanto cerámicas como grabados– en cierto modo, arquetípicas, telúricas y psicopompas. Se relacionan con el acervo cultural, con el pensamiento comunitario, con el mito y el cuento. Son psicopompas porque no olvidan la muerte, ni el mundo de ultratumba, lo funesto, lo oscuro y lo sagrado. Pero son esperanzadoras, llenas de colores (de nuevo, el escudo, la máscara), vivaces, divertidas, llamativas, pero algo inquietantes. Son telúricas porque se nutren de lo cotidiano, del mundo animal, floral y mitológico. Están ancladas en lo terrenal, en las narraciones y las historias, en la realeza, en lo abstracto, lo extraño y lo cercano, las aventuras y las posibilidades.
Con esta exposición se ha querido contar, narrar historias, cristalizar escenarios en objetos inertes llenos de movimiento, vida y situaciones. La muestra es onírica, surrealista a veces. Se nutre de la ensoñación, de la maleabilidad de la imaginación, de la plasticidad del juego, de la misma elasticidad que ofrece el barro como elemento creativo. Son objetos cercanos pero forjados por un prisma personalísimo, aunque de común denominador. Es una invitación al espectador a entrar en el mundo de los sueños, en el reino de Hipnos y en el escenario donde cohabita lo personal y la expectativa del otro.
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La Casa Amarilla
Calle Santos 7
29005 Málaga
Tel. 952214674
Email: lacasa@lcamalaga.com
Web: www.lacasa-amarilla.es
Infocerámica agradece a La Casa Amarilla, Rafa Chacón y Jesús Reina Estévez por las facilidades y permisos para la publicación de este artículo.
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