De la serie “Mar de Silenci”. 2019. 10 x 24 x 10 cm
El pasado verano, mientras preparábamos el que debía ser el número 163 de Revista Cerámica, el fallecimiento de Antonio Vivas hizo imposible la continuidad de la edición. Publicamos ahora uno de los últimos artículos que escribió, sobre la artista catalana Madola
La obra de Madola es poesía hecha cerámica y escultura
Antonio Vivas
Ciertamente Madola ha aparecido en esta revista 33 veces (Revista Cerámica) lo que equivale a la exposición de una leyenda, si bien es cierto que la cerámica y la escultura cerámica puede ser tierra, aire, agua y fuego, Madola, siguiendo el consejo de Picasso le ha añadido pasión, algo muy evidente cuando vemos una narrativa que lo domina todo, recuerda a los ceramistas griegos como Nikosthenes, Pxiost, Eufronios o Exekias, entre otros, que nos abrieron una puerta a la mitología griega y todo lo que ha representado para la cultura universal.
Desde una entrevista en estas páginas en el año 1978 (Revista Cerámica, núm. 4) nos dimos cuenta de su autentica dimensión y potencial artístico. Madola aquí se desnuda emocionalmente y comparte todas sus inquietudes desde que empezó en 1960. Después en los años setenta alcanza una cierta libertad expresiva y su obra comienza tener unas características muy definidas. Además en otros artículos como el de la págs. 1 y 13, núm. 23 y la pagina 21, núm. 65, concretamente en el número 23 vemos una obra cerámica de enorme personalidad, puede que como consecuencia del tamaño y la rotundidad expresiva. Lógicamente más tarde vendrían ciertos cambios cromáticos y un lenguaje más rico de contrastes. Mientras en la página 21 del núm. 65 de 1998, mencionado anteriormente, vemos piezas de grandes dimensiones, superando en algunos casos un metro con 30 centímetros, son esculturas cerámicas que dominan el espacio expositivo, y difícilmente se pueden ignorar, son tierras refractarias que elevan lo natural al podio del arte y el cromatismo es cálido y sencillo.
Aquí había desnudado su personalidad mostrando todo su talento. Ha dejado su huella en obra pública de grandes dimensiones como plazas y rotondas gracias a una brillante composición que vimos en el núm. 62, pág. 91. Madola es una artista muy conocida en el panorama internacional y en su entorno más íntimo es conocida como María Dolores Domingo Laplana.
Su participación en los congresos de la Academia Internacional de Cerámica, con sede en Ginebra, ha sido brillante, mediante exponer su esplendida obra en las correspondientes exposiciones, destacando la exposición de la Academia en Grecia, pág. 75, núm. 84. Mientras en CERCO, que es la feria de cerámica más importante de nuestro país, Madola brilló con luz propia en 2003 en la pág. 77, núm. 87. Uno de los artículos sobre Madola aparecido en 2019 en Cerámica y Ceramistas pág. 19, núm. 151, y aquí fue donde vimos su eterna oferta artística.
Madola tiene una web fantástica donde se puede conocer su obra en profundidad y no es otra que www.madola.com donde habla de sus fuentes de inspiración como la zona del Maresme, el azul del mar, el marrón de los algarrobos y el ocre de la tierra, además del antiguo barrio de Sarriá, sus calles silenciosas, piedra negras y grises llenas de esgrafiados, además de las escuelas donde aprendió y enseñó, sus viajes, por medio mundo, añade su sentimiento personal: “Muchas veces trabajo como un músico, en forma de variaciones; hago una serie de obras que solo se diferencian entre sí por la forma, resultante de leves movimientos que desplazan, amontonan o aplastan los materiales”.
En su web vemos obras de gran formato donde destacan las tituladas “Solcs a la sorra”, de 2020; “Mar de Silenci”, de 2019; “Capitel”, de 2019; “Canalera”, 2019; “Altar”, de 2018; “Taula”, o “En Contrucció”, de 2015. Lógicamente el cuerpo de obra anterior a 2015 es enorme, basta con recordar obras de escultura cerámica publicadas en el núm. 23, pág. 12 en 1986; además de la obra titulada “Puerta”, de 100 × 70 × 15 cm, publicada en la pág. 49 del núm. 37, de 1990. Madola presentó en 1995 la obra titulada “Estel-la”, de 100 × 41 × 26 cm en Pamplona (pág. 13, núm. 52) y en CERCO 2003 presentó una escultura cerámica muy potente en la Sala Cai Luzan, de Zaragoza, (pág. 77, núm. 87). Mientras en las obras de pequeño formato disfrutamos de una obra cerámica más intimista como las series “Mar de Silenci”, “Antefixes”; “30.000 any D.C”; “Urnes”; “Llibres”; “Cases” y la deliciosa “Suit Wagner”.
Para una artista tan completa como Madola no podía faltar la obra pictórica de enorme valor artístico.
La monumentalidad de sus obras alcanza un impacto sin igual, en la web vemos algunas de sus “Instalaciones Urbanas” más destacadas como “Trinidad”, 2014; “Sinera”, de 2013; “Rotonda Blava”, de 2007; “Catalonia-Lorea Memory”, de 2004-2005; “Ma com a eina”, de 1009-1999; “Maditerranea”, de 1995 y “Castella”, de 1992, Algunas de estas obras son de los mejor que se ha instalado en ciudades y lugares públicos.
Madola está en wikipedia concretamente en https://es.wikipedia.org/wiki/Madola además se pueden ver los catálogos y los libros en bibliotecas y en la web, donde hay textos muy notables, empezando por Espriu que escribió esto para el catalogo de Madola de 1967: “La ganancia de un trabajo, de una imaginación, de unas manos muy sensibles” (pág. 78, núm. 130), además tenemos textos sobre su obra muy importantes, los escritos por Joan Antoni Solans, Daniel Giralt-Miracle, José Corredor-Mateos, Álex Mitrani, María Antonia Casanovas o María Dolors Giral, entre otros autores.
Madola es una gran artista hasta en los pequeños detalles, cuando pinta unas líneas en azul brillante, cuando pone números romanos en la superficie de alguna obra y hace composiciones en las piezas de sutiles contrastes, por otro lado cuando une unas piezas con alambre o cuerda da a la obra una cierta provocación artística de valoración conceptual.
Madola es la Lucie Rie del siglo XXI y tenemos la enorme suerte de que sea de nuestro entorno más querido.
Este texto debería haberse publicado en al número 163 de Revista Cerámica. Es uno de los textos que Antonio Vivas dejó inéditos antes de su fallecimiento, el 18 de julio de 2022. Lo publicamos ahora como homenaje al fundador y director de la revista que ha marcado el ritmo de la cerámica contemporánea en España durante más de cuarenta años. El artículo se publica exactamente como lo dejo Antonio Vivas y con el mismo material gráfico que estaba previsto utilizar. Es muy posible que este texto se hubiera corregido y editado antes de su publicación, pero hemos preferido conservarlo exactamente como Antonio Vivas lo dejó.
Wladimir Vivas
De la serie “Mar de Silenci”. 2019. 26 x 22 x 20 cm
“Serie Mar de silenci”, 2019. 28 × 11 × 23 cm. 1.260 °C. Gres y tierra refractaria, esmalte y óxido de cobre.
“Alfa i Omega”, 1999. 35 × 35 × 120 cm.1.260 °C. Tierra refractaria y esmalte.
“Serie Templets”, 1991. 20 × 20 × 40 cm. 1.260 °C. Tierra refractaria y esmalte.
“Serie Paisatges”, 2008. 62 × 11 × 30 cm. 1.260 °C. Tierra refractaria y óxido de cobalto.
“Cargol “, 1981. 30 × 30 × 30 cm. 1.260 °C. Tierra refractaria y óxido de hierro.
“Suite Wagner”, 2011. 13 × 10 × 32 cm. 1.260 °C. Tierra refractaria, porcelana y óxido de cobalto.
Serie Taules”, 2018. 61 × 54 × 87 cm. 1.260 °C. Tierra refractaria y óxido de cobalto.
“Mérida”, 1998. 44 × 44 × 112 cm. 1.260 °C. Tierra refractaria, esmalte y óxido de hierro.
“Suite Wagner”, 2011. 38 × 18 × 17 cm. 1.260 ° C. Tierra refractaria, engobes y alambre de hierro.
Todas las fotos cortesía de la artista. Infocerámica agradece a Madola el permiso para la publicación de este artículo.
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