El artista catalán Joan Panisello comparte con nosotros su historia y sus lobros a lo largo de toda una vida dedicada a la cerámica artística
“Consideraciones entorno al ESPACIO-MUSEO Joan Panisello“
Joan Panisello
Nací hace 78 años en Jesús, un pequeño pueblo perteneciente al municipio de Tortosa, capital de la comarca del Bajo Ebro, en plena Cataluña sur.
En los colegios de las Hermanas Teresianas y de la Consolación recibí mis primeras lecciones. En el año 1953 se creó en Jesús el Colegio Diocesano de la Inmaculada, dependiente del Obispado de Tortosa, que estuvo dirigido y con una plantilla de profesores sacerdotes al 50 por cien. Este año empecé con el ingreso, y siguió el bachillerato elemental y el superior. Justo en aquel momento en que tenía que empezar mi carrera de maestro, el mismo colegio, que iba aumentando cada año en número de alumnos, tanto externos como internos, necesitó dos colaboradores seglares para ayudar en temas de estudio y disciplina de los alumnos. Mi interés y afición por el arte y en concreto por la cerámica lo llevaba incorporado en mi ADN pero preferí acabar primero mi carrera de maestro que me permitió vivir y formar una familia esperando que llegara el momento de la dedicación a la carrera cerámica.
Me invitaron a colaborar y acepté. A parte de las horas de trabajo que dedicaba a los alumnos en horas de comedor, recreos, levantarse y acostarse los internos, etc., mientras los alumnos tenían clases reglamentarias el otro compañero y yo podíamos preparar en nuestra habitación los cursos de magisterio. A los tres años acabamos la carrera y al siguiente aprobamos las oposiciones al Magisterio Nacional. A partir de aquel momento ya empezamos a trabajar oficialmente para el Obispado, con nómina estatal y un plus del mismo colegio. Esto empezó el año 1965, momento en que nos matriculamos en la Escuela de Artes y Oficios de Tortosa. Seis años después acabamos estos estudios oficiales en Tarragona y la reválida final en la Escuela Llotja de Barcelona con el título oficial de Graduado en Artes Aplicadas, especialidad “Cerámica”.
Al año siguiente, trabajando de maestro y dedicando a la cerámica mis horas libres, incluidos fines de semana, conseguí al año siguiente, en 1966, hacer mi primera exposición. En este momento llevo 307 de contabilizadas. Mi meta desde tercer curso de carrera fue la de intentar salirme de las obras concéntricas, simétricas, clásicas, nacidas del torno…, y añadir a lo aprendido en la escuela, fuertes dosis de INNOVACIÓN, CREATIVIDAD, APERTURA DE NUEVOS HORIZONTES. Lo cierto es que esto lo podía hacer porque mi sustento y el de mi familia dependían de mi trabajo como maestro. Uno de mis grandes maestros, el ceramista Antoni Cumella me dijo en una ocasión: “Nunca dejes tu trabajo de maestro y harás en cerámica lo que tú quieras. Si lo dejas, harás lo que quieran los otros”. En mi primera exposición el 70 por cien de las obras eran clásicas, simétricas, concéntricas…, pero el 30 por cien ya habían pasado por mi meta de la pura y dura innovación. Pocos años después “The International Ceramic Contest’83. Mino (Japón)”, conocedor de nuestras obras nos eligió como “Artista Invitado”, por salirse nuestra obra “Labios” de todo lo cotidiano. Las otras dos ceramistas españolas invitadas el mismo año fueron Elisenda Sala y Maria Bofill. Cuatro años después llegaron los primeros premios desde Europa: Medalla de Oro en Luxemburgo y Medalla de plata en París. Siguieron medallas en Bélgica y ofertas de exposiciones en Madrid (Centro Cultural de la Villa. 1981) (Museo Tiflológico. Fundación ONCE 1997), Barcelona (Plaza de Cataluña. Sala de exposiciones de Caja Madrid. 1991), Valencia, Tarragona, Castellón…; nuevamente en París, Bélgica, Austria, Francia, Italia, Croacia, Rumania, Abu Dhabi…, y todo esto duró hasta el 1992 en que tuvimos que pedir excedencia como maestro para dedicarnos exclusivamente a la cerámica. En el Colegio del Obispado de Tortosa que empecé el 1953 con 9 años y de alumno, acabé de profesor después de 39 años en la misma empresa. En los años siguientes de dedicación exclusiva a la cerámica, nos permitieron la construcción de un horno de gas de 1.000 litros de capacidad y de una perfección y eficacia muy apreciados por expertos que han tenido la oportunidad de trabajar conmigo en algunas cocidas o incluso vendedores de hornos han quedado gratamente sorprendidos. Este horno me fue imprescindible para poder cocer las obras de la colección BINOMIO ARBOL-HOMBRE EN LAS TIERRRAS DEL EBRO que me ocupó parte de 1996 y 1997 confeccionadas con barro refractario y cocido entre 1.280 y 1.310 ºC. A partir de esta exposición vinieron muchos encargos Las obras de esta colección se han expuesto de momento 66 veces. Algunas de ellas están expuestas en museos, fundaciones, universidades, ayuntamientos, centros oficiales… Otra de las ventajas de este horno fue el poder trabajar en él la técnica del raku, incluyendo piezas de grandes dimensiones o murales.
Pasados los dos años que están previstas las excedencias en el magisterio, el ritmo de exposiciones, de viajes, inauguraciones, nuevos premios, ser elegido cinco veces como artista invitado en certámenes internacionales, ser invitado en ART CAMP por la UNESCO en dos ocasiones en Andorra y en este momento estamos pendientes de recibir un nuevo premio de esta organización mundial, ser también invitado en seis nuevos ART CAMP por el gobierno de Rumanía. Además, un nuevo viaje a este país invitado por el colectivo de poetas escritores y periodistas y el Arzobispado de Ramnicu Vâlcea. En este país hemos recibido también dos premios y allí se han editado 12 libros escritos por poetas y escritores rumanos e ilustrados con obras nuestras de cerámica. A día de hoy, llevamos recibidos 33 premios entre nacionales y internacionales. El colmo de la suerte fue que en 1997, después de celebrar un quinquenio inmerso a nivel cerámico salió una ley que decía, que con los dos títulos que yo tenía, Maestro Nacional y Graduado en Artes Aplicadas, especialidad cerámica, me permitía trabajar en un instituto. Como las alegrías a veces vienen juntas, coincidió que el Instituto de mi ciudad, Tortosa, estrenaba aquel curso, bachillerato artístico. Y en este, mi instituto favorito, acabé los 8 años últimos de mi trabajo oficial, antes de la jubilación. Considero el colmo de la suerte, que un maestro de escuela enamorado de la cerámica, acabe los 8 últimos años de su vida laboral haciendo de maestro de cerámica y otros créditos variables favoritos míos desde siempre. Los 15 años primeros como jubilados nos han permitido muchos viajes, y nuevas oportunidades por varios continentes. También hemos sido elegidos en 2013 como miembro de la Academia Internacional de Cerámica. En 2014 se publicó nuestra biografía. Autor, Emigdi Subirats. Editorial Onada.
Todo lo relatado ha nacido, se ha desarrollado, se ha transformado, ha emprendido viajes siempre desde el mismo sitio, desde este Jesús que es mi pueblo y donde he vivido en permanencia. Por esto desde hace más de 7 años, mi ilusión ha sido compartir 50 obras con la gente que me ha visto nacer, que ha estudiado y jugado conmigo, que me ha ayudado, que no dejan de ser un poco mi segunda familia. Incluso aquel edificio que fue el Colegio de la Inmaculada es ahora la sede del Ayuntamiento por tanto nuestras obras, hechas en mi segunda parte de la vida han ido a parar justo donde yo viví mi primera parte de vida. Por supuesto, el hecho de poder vivir estos casi 50 años en pleno campo nos ha facilitado mucho la labor como ceramista, disponiendo siempre del espacio suficiente y más, fuera cual fuera el trabajo previsto.
Mucha más información en nuestra web: www.panisello.net y en nuestro blog: www.panisello.net/blog
Se prohíbe el uso de texto y las imágenes de este artículo, que se publican en Infoceramica exclusivamente para la promoción de la obra artística del autor, queda prohibida su reproducción sin permiso expreso. Infoceramica agradece a Joan Panisello la ayuda prestada para la realización de este artículo.