El ceramista alemán nos presenta las claves de su última obra, que se ha mostrado en una magnífica exposición en la galería suiza Kunstforum Solothurn
“Líneas de campo”
Johannes Nagel
En sus primeros años como artista gráfico, Andy Warhol trabajaba a menudo con lo que él llamaba la técnica de la “línea borrosa”. Hacía un dibujo y, mientras la tinta estaba todavía húmeda, colocaba otra hoja de papel sobre el dibujo para crear una impresión. El resultado da una sensación de material y tiene una expresividad espontánea, una línea característica.
Trasladadas a un espacio tridimensional, las “siluetas” funcionan de manera similar: En una gran caja de arena, hago girar las plantillas alrededor de sus propios ejes. Los contornos de las plantillas esbozan formas básicas en forma de jarrón. Las formas que resultan de las rotaciones tienen formas distintivas, pero también manifiestan claramente sus medios de producción: marcas de arrastre, costuras o discontinuidades. De forma análoga a las “líneas borradas”, las formas tridimensionales ganan en autoafirmación y confianza en sí mismas.
Las mismas plantillas rítmicas se utilizan a veces en la pintura de diferentes piezas. Las líneas, ya sean rociadas o trazadas, siguen la silueta. A continuación, las líneas se vuelven más sueltas, se desvían por la forma, se rompen en los bordes y forman líneas de falla, se vuelven más densas y desplazan ópticamente la forma, no la estricta cuadrícula de la geografía, sino líneas más libres; unas líneas que exploran la forma, se superponen, se pierden y vuelven a converger.
Las líneas negras y azules se difuminan ligeramente y alcanzan una profundidad espacial a través de la sombra que el esmalte deriva del color. Las pinceladas siguen los patrones de movimiento del brazo y dan una dirección a las superficies de color. Las formas debajo de las líneas agrupadas se vuelven más angulosas. Nada inevitable, sino la convergencia de proyectos paralelos en el estudio. Sin embargo, las líneas y los grupos de líneas saltan de la forma más suave a la angulosa y se abren paso sobre superficies y hendiduras.
Las líneas son a veces contemplativas, a veces constructivas, a veces repetitivas y a veces dinámicas. Otras formas parecidas a jarrones hacen acto de presencia con colores vivos que se disponen sobre la porcelana cruda. No se busca la perfección de la formulación final, sino la idea formulada sobre el desarrollo de las cosas.
Johannes Nagel (Foto: Tom Dachs.)
Johannes Nagel es un artista alemán, residente en Halle, en el estado de Sajonia, aunque sus actividades le han llevado a realizar residencias y estudios por todo el mundo. La obra en cerámica de Nagel siempre gira en torno a la vasija, que para él simboliza una forma de reflexionar sobre la función y el ritual, la propia historia y el futuro. Las fotos de este artículo, así como el texto, pertenecen a su última exposición, realizada en la Galería de Arte especializada en cerámica Kunstforum Solothurn, localizada en la ciudad suiza de Solothurn.
“0058a_fcz65a_11”, 2021. Porcelana y esmalte. 66 × 52 × 48 cm
“Circling”, 2020. Porcelana, esmalte y estaño. 55 × 46 × 42 cm.
“Feldlinien #6”, 2022. Porcelana y esmalte. 36 × 21 × 21 cm.
“Feldlinien #7”, 2022. Porcelana y esmalte. 68 × 27 × 27 cm.
Izquierda: “Cuts #4”, 2022. Porcelana y esmalte. 66 × 17 × 18 cm. Derecha: “Cuts #6”, 2022. Porcelana y esmalte. 68 × 18 × 17 cm.
“True blue”, 2020. Porcelana, esmalte y estaño. 64 × 61 × 55 cm.
“Stegreif #129”, 2021. Porcelana y esmalte. 50 × 37 × 34 cm.
“Cuts #1”, 2021. Porcelana y esmalte. 58 × 40 × 40 cm.
“Korpus”, 2020. Porcelana y esmaltes. 56 × 34 × 34 cm.
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