Hasta el 28 de mayo se puede visitar en la madrileña Galería Elvira González la exposición de pintura y cerámica de Miquel Barceló, titulada “KIWAYU. Miquel Barceló”
“KIWAYU. Miquel Barceló“
“La zambullida submarina de cada mañana, y las horas de pintura y lectura, me proporcionaban al menos una especie de tranquilo estupor. A menudo he notado que cuando en la vida todo parece irse al carajo en el estudio pasan cosas.” Miquel Barceló
A veces hago cerámica después de pintar, otras veces es al revés. No es algo que yo pueda controlar. En ocasiones mis cerámicas son caricaturas de mis cuadros y me sirven para pasar a otra cosa. La cerámica me sirve para tantear, explorar, y enseguida se produce el desastre.
La pieza que se quiebra forma parte de la naturaleza de esa actividad.
Otras veces ocurre lo contrario, y son los cuadros los que me sirven para explorar. Las cerámicas, esos orgullosos monumentos que he erigido, rinden homenaje a esas víctimas valerosas.
Mis acuarelas son ligeras y veloces.
Pero sé que las tres técnicas no conviven todas a la vez. Sería como si tirasen de mi carro tres caballos, y cada uno corriese en una dirección distinta, así que me dejo llevar. No sé qué hacer, a veces. Después de darle vueltas durante años, tengo como una sospecha de que, al fin y al cabo, las tres no son finalmente tan diferentes entre sí. O lo son solo superficialmente. O sea que quizás, pero por qué no…
De hecho, mis cerámicas son supervivientes. En su mayor parte son piezas fallidas, que se estropearon mientras las fabricaba, que se llenaron de grietas en el secado, que se fundieron, que no aguantaron ni un día… Es un milagro que hayan sobrevivido la docena de piezas que he salvado y que hoy puedo mostrar aquí. De hecho, eso es lo que pasa con casi todo lo que hago. La naturaleza del papel, de la tela o la tierra cocida no tiene de hecho gran importancia. Son supervivientes de un naufragio general.
De un tiempo a esta parte las cosas van un poco mejor pero, durante muchos años, gran parte de mi producción no llegaba a ver la luz del día. Por motivos muy diversos. Casi siempre por culpa de mi propia precipitación. Por iniciar la cocción antes de acabar el secado, y queda un rastro mínimo de humedad por culpa del cual estalla la pieza en el horno, desatando así toda una serie de catástrofes en su interior.
(…) Podría consolarme pensando que las mejores se han ido, convertidas en humo… O al contrario. Aunque no sea verdad. De hecho, ahora me ocurre que acabo apreciando estas obras cuando han pasado un par de años. Como si no las hubiese hecho yo.”
Miquel Barceló
Extracto del texto de Miquel Barcelo publicado en el catálogo de la exposición “Miquel Barceló – KIWAYU”. Edición Galería Elvira González. Traducción del francés al castellano: Enrique Murillo”. Prohibida su reproducción.
Texto publicado en Infocerámica exclusivamente para la promoción de la exposición
©Galería Elvira González
©Infocerámica
©Galería Elvira González
©Galería Elvira González
Kiwayu (Foto: François Halard, 2021)
Kiwayu (Foto: François Halard, 2021)
©Infocerámica
Miquel Barceló, “Queimada”, 2021. 117 x 87,5 cm. Acuarela sobre papel
Foto: Ceniza. Galeria Elvira Gonzalez
Foto: Ceniza. Galeria Elvira Gonzalez
Foto: Ceniza. Galeria Elvira Gonzalez
©Galería Elvira González
Galería Elvira González
Hermanos Álvarez Quintero, 1
28004, Madrid
Tel. 91 319 59 00
Web: info@galeriaelviragonzalez.com
Se prohíbe el uso de texto y las imágenes de este artículo, que se publican en Infoceramica exclusivamente para la promoción de la exposición, queda prohibida su reproducción sin permiso expreso. Infoceramica agradece a la Galería Elvira González por la ayuda para la realización de este reportaje.©