El pasado 22 de octubre fallecía en Valencia este reconocido profesional de la cerámica, cuyos productos son utilizados a diario por los ceramistas e industriales y que fue un referente en el entorno de la cerámica
Como era habitual en la época de la posguerra, Manuel larena trabajo desde temprana edad. Aunque nacido en Madrid, cuando contaba nueve su familia se trasladó a Valencia, donde consiguió una beca que le permitió relizar sus estudios de Profesor Mercantil. Después de desarrollar su carrera laboral en Madrid, en 1959 regresa a Valencia, donde se introduce por vez primera en el mundo de la cerámnica al hacerse cargo de una empresa de colorantes cerámicos.
Y es en 1965 cuando, junto a tres socios, funda Prodesco, una empresa que comenzó fabricando colorantes y esmaltes cerámicos para la azulejería local, un sector que despuntaba en aquellos años, pero que pronto se diversificó, produciendo primero los esmaltes para metal utilizados en la línea blanca de electrodomésticos, y posteriormente esmaltes y productos para la cerámica tridimensional, tanto artesana como industrial. Finalmente su empresa comercializaría todo tipo de materiales para la cerámica, con la apertura de la “La Tienda”, en Manises.
La dirección y guía que durante 43 años desempeñó Manuel Larena en Prodesco permite que, hoy en día, continúe suministrando fritas, esmaltes, engobes y colorantes cerámicos a todo el sector, desde la artesanía a la industria de cerámica estructural de tejas y ladrillos. Manuel Larena procuró siempre reunir un buen equipo de profesionales en la empresa y con su sensatez, paciencia, tenacidad y pasión por el trabajo iba inculcando a todos que frente a las dificultades se puede salir adelante trabajando bien y sin dejar pasar las oportunidades.
Manuel Larena fue un excelente caballero, honrado, sensato, sabio, gran persona, cercano y siempre entusiasta de su trabajo. Apasionado de todo tipo de información, procuraba estar al día, tanto de los avances en la industria cerámica como en cualquier tema que pudiera relacionarse con ella. Y compartía sus conocimientos con cualquiera que los precisara. Era una práctica habitual que los clientes y amigos le hicieran consultas sobre sí conocía como hacer para un tema o novedad particular o que este o aquel producto podría servir para una necesidad concreta, “Manolo sabes si se puede aplicar, mejorar, conseguir….? ” Inmediatamente le contestaba “Espera que creo que he visto algo que puede ser lo que buscas…” Y acudía a sus montañas de documentos, revistas, recortes de papel y localizaba aquello que iba buscando el cliente y se lo hacía llegar bien por teléfono o por correo ordinario.
Fue socio fundador de la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas , Esmaltes y Colores Cerámicos (ANFECC), así como de la Asociación Valenciana de Empresarios de Cerámica (AVEC-GREMIO).
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