Cuando se encarga a un genio del arte suprematista como Kazimir Malevich que diseñe una tetera se corre el riesgo de que no puedas servir el té con ella, pero a cambio su diseño perdura más de cien años después
Kazimir Malevich revolucionó la pintura con su exploración de formas puras, especialmente por la titulada “Cuadrado negro”, de 1915. En los primeros años de la decada de los veinte la Fábrica Imperial de Porcelana de San Petersburgo pasó a estar dirigida por el Comisariado del Pueblo para la Educación. Algunos artistas de vanguardia dedicaron sus esfuerzos a renovar las decoraciones, dedicando los nuevos motivos a la propaganda de la revolución soviética.
Kazimir Malevich, sin embargo, experimentó con diseños totalmente innovadores, que olvidaban la funcionalidad para centrarse en la estética suprematista. Se cuenta que, cuando el director de la manufactura le dijo: “Señor Malevich, su tetera no vierte bien el líquido”, él contesto: “Es que no es una tetera, sino la idea de una tetera”.
Foto: “Tetera suprematista”, diseñada en 1923 para la Fábrica Imperial de Porcelana de San Petersburgo. Actualmente se sigue produciendo y comercializando en diversos museos y establecimientos especializados.
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Esta fotografía se publica exclusivamente como homenaje y promoción de la obra del artista. Se prohíbe la reproducción en cualquier medio.
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Wladimir Vivas
Director de Infocerámica