El ceramista noruego y actual presidente de la Academia Internacional de la Cerámica, Torbjørn Kvasbø, nos ofrece su propia reflexión sobre su forma de trabajar y su búsqueda en la esencia del barro y de los procesos tradicionales y contemporáneos
Torbjørn Kvasbø: Los tubos como metáforas cerámicas de la vida
Torbjørn Kvasbø
Todos los fluidos se transportan a través de tubos. Los tubos son de todos los tamaños, desde gigantescos tubos de hormigón que conducen el agua desde los lagos hasta las turbinas de las centrales eléctricas, hasta el tubo capilar sutil más pequeño que transporta la sangre en los cuerpos, —al cordón umbilical, a la garganta, al intestino o a la uretra— haciendo que el principio del tubo sea quizás la condición más fundamental de la vida”.
Entre barro y mente
Cuando era niño me dijo mi padre: “Por el amor de Dios, nunca consigas un trabajo regular”. Era autor y pertenecía a una generación que nunca podría vivir de su arte. Solía escribir de noche.
Sin embargo, yo pertenezco a una generación en la que puedo perseguir mis propias ambiciones e intenciones sin dudarlo. Creo que el lenguaje de la arcilla ofrece infinitas oportunidades. Constantemente busco firmes puntos de contacto entre material, técnica y forma, y a través de esto creo significados con los que me puedo sentir identificado. Al sumar, restar y saber exactamente cuándo parar, todo se puede contar y comunicar a través de la experiencia y el conocimiento de estos materiales y técnicas.
Yo trabajo en un contexto material. Mi experiencia está profundamente arraigada en la tradición Leach/Hamada, donde la estética del material usado, los rastros de las manos y el proceso, el valor del trabajo duro, el control de la cocción como un proceso físico, pero también como herramienta artística; trabajar de la manera más espontánea e irreflexiva posible: esto es lo que conforma mi lenguaje. Mi trabajo se trata de jugar, luchar y bailar: lucho, golpeo, masajeo; amasar, rodar, lanzar, presionar, estirar o estampar con todas mis fuerzas. Nunca pienso en ir más allá de las tradiciones o cruzar fronteras. Mi filosofía es mi trabajo, mi estética se crea cuando trabajo, continuamente día a día siguiendo las necesidades de la arcilla y los procesos involucrados: ayer se convierte en hoy se convierte en mañana. Durante mis 40 años de carrera he estado trabajando en un mismo proyecto inacabable: He estado trabajando en un proyecto en curso durante mis 40 años con arcilla: La fina línea que separa una explosión de poder y la vulnerabilidad, el equilibrio mantenido en el punto exacto de ruptura, en un diálogo continuo entre mente, cuerpo y arcilla.
La artesanía y los materiales, las manos, los dedos y los ojos se coordinan y juegan para generar reflexiones visuales significativas y nuevos conocimientos. Las formas y superficies resultantes son a menudo inquietantes, ambiguas, inmediatas y abrumadoras, tan hermosas como repulsivas.
Todo se combina para crear una unidad con sentido: los encuentros, las proporciones y la precisión logran un equilibrio perfecto: como un golpe mortal en el plexo solar. El proceso sigue siendo un diálogo continuo entre el conocimiento, la práctica y la cruel reflexión crítica.
Mensaje de Wladimir Vivas:
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Wladimir Vivas
Director de Infocerámica
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