La influencia de Bernard Leach fue decisiva para el desarrollo de la cerámica de estudio, más de cien años después de su nacimiento tenemos la posibilidad de conocer su obra, su vida y su pensamiento de la mano de Emmanuel Cooper
Solo cada mucho tiempo aparecen personalidades que marcan de forma indiscutible el entorno en el que se desenvuelven, pueden ser políticos sin cuya figura no puede entenderse una época, científicos que cambian la forma de entender el mundo en que vivimos o humanistas que abren una ventana en la conciencia del ser humano.
En el caso de Bernard Leach, sus aportaciones al mundo de la cerámica fueron varias, pero podrían resumirse en dos: por un lado el conocimiento en Occidente de la cerámica japonesa y, muy especialmente, la forma en que Leach nos enseñó a “utilizar” este conocimiento; y por otro, su plena convicción de la cerámica, incluida la de referencia funcional, como forma de expresión artística.
La primera de estas aportaciones es evidente, desde que en 1945 se publicara la primera edición de su “A Potter’s Book” (Manual del ceramista en castellano) este título ha sido la entrada de varias generaciones de ceramistas en el conocimiento, no solo de las técnicas, recetas y métodos de trabajo de la cerámica japonesa (y tambien coreana o china), sino que también ha servido para introducirnos en los conceptos estéticos de la cerámica oriental.
Bernard Leach nació en el Hong Kong británico en 1887, estudió en Gran Bretaña y, siendo un jóven pintor y grabador de poco más de veinte años se trasladó a Japón, donde pronto conoció la cerámica y comenzó a visitar el taller del ceramista Kenzan VI, proveniente de una saga de grandes ceramistas aunque él mismo pobre y poco considerado. En esos primeros años años de formación tuvo como compañeros a los que en el futuro serían importantes personalidades de la cultura japonesa, como Tomimoto Kenchichi, Yanagi Sōetsu y Hamada Shoji. Hamada fue sin duda clave en la biografía de Leach, ya que, además de una gran amistad durante toda su vida, se procesaron una gran admiración y respeto mutuo. Es dificil discernir donde comienza la influencia de uno sobre otro, y al contrario, ya que, entre los dos, y cada uno con sus particularidades, fueron las dos de las personas más influentes de la cerámica en el siglo XX.
Una trayectoria como la de Leach es dificil de resumir en una corta biografía, ya que su personalidad, compleja y con no pocas contradicciones (como la de cualquier creador, por otro lado), hay que conocer en profundidad para poder extraer conclusiones que nos lleven a conocer a la persona además del artista o el personaje popular. Sin duda hay pocos escritores que puedan hacer esta labor con mayor eficacia que Emmanuel Coopper, él mismo ceramista, editor y continuador del propio Leach en la labor de promoción de la cerámica de estudio británica.
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Emmanuel Copper fue uno de los más importantes críticos de Reino Unido, además de un excelente ceramista y profesor en la Royal College of Art de Londres. Más información sobre este autor.
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Información:
Bernard Leach. Life and Work
Emmanuel Cooper
Texto en inglés
440 págs. 23,5 × 15,6 cm.
Encuadernado en rústica
Yale University Press, New Haven and London, ISBN: 9781913107116
Edición en rústica del original en tapa dura (2003)
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