Carmen Ballester: Compromiso y dedicaciĆ³n
Fernando GarcƩs
En estos primeros dĆas de septiembre, a punto de comenzar el nuevo curso, se mezcla la alegrĆa del reencuentro con la incondicional amiga, que se jubila de la docencia, y la duda sobre cĆ³mo serĆ” la vida en la escuela, despuĆ©s de Carmen Ballester.
La Escuela de Arte de Talavera de la Reina (Toledo), especialmente los alumnos y profesores de cerĆ”mica, vamos a echar de menos a esta autentica Maestra, en su sentido mas amplio, que ha entregado muchos aƱos de su vida a enseƱar cerĆ”mica, sin escatimar esfuerzos de ningĆŗn tipo.
Me siento orgulloso de haber compartido muchos proyectos con ella, exposiciones, residencias, viajes, estancias en el extranjero, charlas y conferencias…, siempre dispuesta a darlo todo, en el terreno personal y profesional, desde transmitir su buen hacer en la cerĆ”mica, hasta reunirnos a la mesa con sus incomparables paellas.
Carmen llega a la escuela de cerƔmica de Talavera, reciƩn creada, procedente de Valencia, y durante mƔs de tres dƩcadas, sin perder el acento de su tierra natal, deja su huella en muchos de los actuales ceramistas, que hoy son referencia en la ciudad y en muchos otros lugares.
Durante todos estos aƱos, ademĆ”s de dedicarse sin descanso a la Escuela y a sus alumnos, ha desarrollado su propia obra personal que la define perfectamente, obra que ha sido expuesta en nĆŗmeros museos e instituciones.
Ha conseguido unir tradiciĆ³n, modernidad y vanguardia como autentica Maestra, abriendo el abanico de referencias tĆ©cnicas y artĆsticas esenciales para crear un espĆritu critico, no solo en cerĆ”mica, punto de partida para hacer, y disfrutar de lo ya hecho durante milenios, de forma libre y sin fronteras.
Cuando lleguĆ© a Talavera, hace ya casi treinta aƱos, Carmen se embarcaba en su aventura de JapĆ³n, un aƱo con los alfareros de Onta, inmersa en un paraĆso de la mas profunda tradiciĆ³n alfarera, un sueƱo para cualquier ceramista que muy pocos logran alcanzar.
Su carĆ”cter, que no deja indiferente a nadie, y las relaciones trabadas durante su larga estancia en JapĆ³n, han sido el motor de muchas actividades que se han realizado en la Escuela durante estos aƱos, y reclamo de ceramistas japoneses. Algunos fueron grandes alumnos, que de vuelta a JapĆ³n llevaron el nombre de āTalaveraā con orgullo.
Gran embajadora de la cerĆ”mica de JapĆ³n en Talavera, y de la cerĆ”mica de Talavera allĆ” donde su espĆritu inquieto la ha llevado, desde China y JapĆ³n hasta MĆ©xico y Estados Unidos de AmĆ©rica, ha conseguido un provechoso intercambio profesional y cultural.
Nunca ha dejado pasar la oportunidad de que todo aquel que tuviera algo que aportar a sus alumnos, viniera de donde viniera, pasara por la escuela para compartir sus conocimientos en actividades o talleres, conferencias, colaboraciones, etc.
Presume orgullosa de haber sido alumna de Enrique Mestre, a quien considera su Maestro, y lo tiene como ejemplo en infinidad de ocasiones.
Carmen deja una huella imborrable en sus alumnos, y en sus compaƱeros, entre los que me encuentro, y me siento privilegiado de haber compartido tantas vivencias personales y profesionales con ella, tambiƩn para mi, ha sido una gran Maestra.
Su taller, hasta ahora en el Claustro de San Prudencio, donde tuvo sus inicios la escuela, siempre tiene la puerta abierta para recibir a sus amigos, a sus ex alumnos, cuando necesitan un poco de aliento, o resolver una duda, para sus compaƱeros o para desconocidos, que simplemente pasan por el patio, como ella lo llama, y encuentran una acogida inmejorable.
Entrar en su taller es adentrarse en un espacio mĆ”gico, donde conviven su colecciĆ³n de cantaros y tejas junto a su obra personal, objetos encontrados que ha devuelto a la vida y a los que ha dado un nuevo uso, recuerdos, revistas, elementos que inspiran su trabajo, y por supuesto la estufa de leƱa, que lo hace mas acogedor durante los meses de invierno, a la vez que calienta el agua para el tĆ©.
Guardiana de los hornos de leƱa, que la escuela dejĆ³ cuando se mudĆ³ a su actual edificio, ha mantenido y trasmitido el gusto por las cocciones de leƱa, en este momento, que el fuego en cerĆ”mica se ha convertido en un lujo al alcance de muy pocos, a pesar de sus infinitas posibilidades tĆ©cnicas y artĆsticas.
Ahora comienza una nueva etapa en su vida, e inaugura nuevo taller, donde continuar con su obra personal.
Deseo que tenga ilusiĆ³n y fuerza para hacer realidad los proyectos, que por su dedicaciĆ³n a la Escuela aĆŗn tiene pendientes.
Fernando GarcƩs.
InfocerĆ”mica agradece el artĆculo de Fernando GarcĆ©s y personalmente suscribo cada una de sus palabras.
Wladimir Vivas
Director de InfocerƔmica