Durante siglos, Francia fue el centro del arte en Occidente, también en la cerámica artística tuvo una importancia primordial durante los primeros años del siglo XX, en este articulo conoceremos a algunos de los ceramistas franceses de la época de las vanguardias clásicas
PIONEROS DE LA CERÁMICA FRANCESA DEL SIGLO XX
Wladimir Vivas
La cerámica francesa de principios del siglo XX se vió influenciada por la moda de la cultura oriental, las “chinerías” y “japonismo”. El escritor Edmond de Goncour, él mismo coleccionista, lo dejó por escrito: “Un fenómeno singular ocurre al coleccionista de porcelana; Aprendemos a amar la porcelana decorada, pero luego, poco a poco, el gusto se desplaza hacia las porcelanas que les ofrecen solo la belleza de la materia.”
Se puede decir que se asistió, en cierto modo, a la ruptura con el mundo greco-latino y sus paradigmas estéticos, al conocer y apreciar la cerámica de extremo Oriente. Cuando en 1896, Samuel Bing transformo su casa particular en la galería de arte “L’Art Nouveau”, donde creo un centro vivo de arte moderno, que reuniera y atrajera a los artistas hasta entonces aislados. En esta galería, además de cerámicas de Delaherche, Bigot, Dammouse, Dalpeyrat o Lesbros, había también cerámicas de Inglaterra y Flandes.
La traducción de Marcel Proust de las obras de John Ruskin, La Bible d’Amiens, en 1905, y de Sésame et les Lys, en 1906, John Ruskin, fueron también importantes en la posición de los artistas en contra del gusto victoriano. Ruskin, junto a William Morris, proponía combatir la “monotonía de los objetos industriales presentados en las exposiciones universales, así como recuperar el trabajo manual y la tradición” (*).
Jean Besnard (1889-1958)
Jean Besnard nació en París en una familia de gran tradición artística, aunque él prefirió estudiar la cerámica y los proceso de los alfareros de Saboya. Trabajó en baja temperatura y utilizó de forma abstracta la decoración con oro y plata.
Paul Beyer (1876-1945)
Paul Beyer vivió entre Suiza y Lyon, fue un buen técnico que trabajó tanto en gres como en alfarería de baja temperatura. También tuvo actividad en grupos vanguardistas, como el denominado “Témoignage” (Testimonio), que proponía “reinyectar en el arte la espiritualidad perdida desde que el renacimiento reemplazó el mito de Dios con el del hombre”. (*)
Paul Bonifas (1893-1967)
El suizo Paul Bonifas llegó a la cerámica después de estudiar humanidades, música, arte, grabado o joyería, entre otras especialidades. Se centró en la cerámica llegando a ser director de de la fábrica parisina Achille Bloch et Fils. Fue además un teórico que participó en la difusión de la cerámica, participando incluso en programas radiofónicos de la época.
Emile Decour (1976-1953)
Cuando Emile Decoeur quedó huérfano entró como aprendiz en el taller de Edmond Lachenal, donde se hacían “Faenzas decorativas”. Posteriormente utilizaría la alta temperatura, centrándose en el estudio de esmaltes, que utilizó de forma monocromática.
Louise Delachenal (1897-1966)
Louis Delachenal fue autodidacta pero prontó destacó por su dominio del torno, que le llevó a trabajar en la fábrica de Paul Bonifas primero y posteriormente en la Manufactura de Sèvres, donde se le permitió abrir su propio “taller”, donde disfrutó de cierta autonomía. Poder colaborar con Delachenal se consideraba un honor, ado los conocimientos que este tenía de las más variadas técnicas cerámicas.
Auguste Delaherche (1857-1940)
Auguste Delaherche estudió en la École Nationale des Arts Décoratifs de París, después de elaborar diferentes tipos de decoración figurativa se decidió por la elaboración de piezas con esmaltes si apenas decoración, entre los que no faltaban las puiezas con cristalizaciones, técnica en la que un pionero.
Edouard Cazaux (1889-1974)
Edouard Cazaux nació en Cauneille (Landas) en el seno de una familia de alfareros dedicados a la fabricación de objetos utilitarios que vendían en ferias. Pronto su interés se centró en la nueva cerámica que se producía en Francia. Trabajó extensamente en encargos escultóricos.
Robert Lallemant (1902-1954)
Robert Lallemant fue el clásico artista vanguardista, sus diseños Art Decó incluían motivos que en aquel momento eran el paradigma de la modernidad: los deportes, automóviles, la moda o el jazz. Produjo en pequeñas series influidas por el cubismo y ls vanguardias.
André Méthey (1871-1920)
André Metthey comenzó a trabajar en una cantera de mármol a los doce años y estudió en la École des Beaux-Arts de Dijon. En 1907 presentó los trabajos realizados en colaboración con artistas como Maurice Denis, Maurice de Vlaminck, Henri Matisse y Georges Rouault. Su corta carrera se vió afectada por desgracias como la inundación de su taller en 1910, que le mantuvo inactivo, posteriormente, en 1914, durante la Segunda Guerra Mundial, tuvo que volver a interrumpir su trabajo debido a que su taller estaba cerca de las líneas enemigas.
Ernest Chaplet (1835 – 1909)
Ernest Chaplet comenzó su como aprendiz en Sèvres. Después de más de treinta años trabajando en diferentes manufacturas creó su propio taller, en el que hacía formas simples de inspiración oriental, en porcelana y gres con esmaltes como el “sangre de buey”. El crítico de arte Gabriel Mourey dijó de él “verdaderamente Chaplet puede considerarse el padre de movimiento de la cerámica moderna francesa”.
(*) Pág. 20, “La céramique en France 1925-1947”, Anne Lajoix, Ed Sous le Vent, París, 1983.