Obituario. Warren Mackenzie (1924-2018)

by Infocerámica

Warren Mackenzie

El 1 de enero nos trajo una noticia que puso un sentimiento triste a la celebración del nuevo año: la última noche de 2018 fallecía uno de los últimos grandes ceramistas de la ceramica de estudio heredera de la tradición Leach

“Mis piezas favoritas son aquellas que me han permitido descubrir sus sorpresas y belleza oculta solo después de muchos años de uso diario.”

“Como alfarero funcional, hago aproximadamente 5.000 piezas de cerámica cada año. Pensar en ellas como obras de arte es una tontería, pero espero que comuniquen algo de lo que siento con respecto a la expresión personal en la cerámica.”

Warren Mackenzie

Warren Mackenzie significó para varias generaciones de ceramistas nortemericanos el conocimiento de la simplicidad como motor de la cerámica de estudio. El  pasado siglo deparó, en paralelo a la cerámica escultórica, un conocimiento en Occidente de la forma de apreciar la tradición, la cerámica popular y las formas de trabajo pausadas, una filosofía muy vinculada con Oriente y, más en concreto, al movimiento japonés denominado Mingei, que preconizaba la valoración de la artesanía anónima. Esta honestidad, este gusto por la cerámica funcional, esta sinceridad y  falta de ego con las que plantearse el trabajo como ceramista fue la seña de identidad de Warren Mackenzie, que recibió estas enseñanzas directamente de Bernard Leach, durante los años en que trabajo y aprendió en el taller del gran ceramista británico, en St. Ives.

Mackenzie nació en Kansas City, Missouri, en 1924, aunque creció en Illinois. Durante la II Guerra Mundial sirvio en un departamento de realización de mapas, que le llevó a conocer Japón. Terminado su servicio militar regresó a Estados Unidos, donde estudió cerámica y conoció el libro de Bernard Leach A Potter’s Book (1940), por lo que tomó la decisión de conocerle y, si fuera posible, trabajar como aprendiz en su taller. Y lo consiguió: junto a su esposa Alix, también ceramista, vivió y trabajo junto a Leach durante unos años, hasta que, en 1953, se instaló en Minnesota, donde desarrollaría su actividad cerámica hasta su fallecimiento, y donde llegó a tener tanta influencia en el ambiente de la cerámica, merced a su trabajo como profesor en la Universidad, que se llegó a hablar de Mingeisota.

Warren Mackenzie nos dejó a la edad de 94 años, después de cerca de 65 años de dedicación a la cerámica, sin dejar nunca de producir cerámica funcional, que vendía a precios económicos, incluso cuando su nombre ya era conocido en todo el mundo, compartiendo sus experiencias con miles de estudiantes y sin olvidar nunca la esencia de una forma de entender la vida: la honestidad con uno mismo y con la cerámica, tal y como él la entendía.

Hace unos meses tuvimos la oportunidad, gracias a la colaboración de la galería Goldmark, en Inglaterra, de publicar una extensa entrevista realizada a esta gran persona, donde se puede profundizar más en sus enseñanzas. La Galería Goldmark realizó una de sus últimas exposiciones y una de las pocas que realizó en Europa.

Un último apunte, este totalmente personal. Por si a algún lector no le ha quedado claro viendo la línea editorial de Infocerámica, me confieso totalmente enamorado de la forma de entender la cerámica de este gran maestro. Aunque para muchos la cerámica solo parece tener el camino de la adscripción a la corriente principal (el mainstream) del mercado del arte, yo creo también en la vía paralela de la vuelta a una cerámica sencilla y honrada, sin importar jerarquías impostadas entre arte y artesanía.

Wladimir Vivas

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Infocerámica agradece a la galería Goldmark por la ayuda prestada para la publicación de este artículo. 

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