Transformación del las quemas en la alfarería mexicana con hornos de leña sin humo del maestro Masakazu Kusakabe y su adaptación para el proyecto de la Escuela Nacional de Cerámica por el maestro Yusuke Suzuki
La cerámica en México tiene una posición preponderante dentro de las artes decorativas y utilitarias, debido a la cantidad de lugares donde se realiza esta actividad, que va desde Chihuahua hasta la Península de Yucatán, algunos estados con mayor peso que otros. A nivel mundial, la cerámica juega un papel significativo en la historia del hombre por encima de cualquier otra expresión debido, quizá, a su versatilidad y su resistencia al paso del tiempo.
Sin embargo, este oficio presenta la necesidad de un importante cambio de percepción de nuestra sociedad, así como de innovación en actividades propias del mismo. Además de éstas, el oficio de la cerámica tiene algunos problemas tanto directos como indirectos, que requieren de atención.
La Escuela Nacional de Cerámica (ENC) en México, surge como un proyecto para construir un nuevo espacio para la conservación, creación, innovación, investigación y enseñanza de la cerámica en el corazón de la tradición de este país. Su objetivo es rescatar la rica tradición de los ceramistas mexicanos, reconocer el valor artístico de su obra y llevarla hacia el futuro mediante la formación y consolidación de nuevas generaciones de artistas, y de esta manera, proyectar a México como un importante productor de cerámica de calidad a nivel internacional.
La escuela comenzó operaciones en 2016 con diversos talleres, y el país invitado fue España. El 2017 decidió dedicar sus proyectos a Japón por la tradición alfarera del país y por sus grandes avances innovadores que contribuyen a mejorar los procesos cerámicos. Siendo esta una de las finalidades de la escuela, fortalecer su labor sin transgredir su identidad, atendiendo los puntos a perfeccionar de cada una de las técnicas. Tal es el caso de la invitación que se le hizo al maestro Masakazu Kusakabe para venir a impartir su taller “Hornos de Leña sin Humo” a principios del año.
Sobre la procedencia de los hornos cerámicos y su uso en México
El primer tipo de horno cerámico apareció en la zona de Mesopotamia y Egipto, aproximadamente 8000 años A.C. Gradualmente fue desarrollándose y es en la época de la Grecia antigua dónde aparece el horno que actualmente se utiliza en México. En éste amplio periodo de más de 2000 años, los hornos no han presentado un desarrollo tecnológico importante por las siguientes razones.
1) La estructura es muy sencilla por lo que es fácil de construir.
2) Es muy económico al no requerir de refractarios costosos.
3) Para la fabricación de productos rústicos no se requiere de gran tecnología.
En algunas entidades alfareras, todavía se quema a “cielo abierto” como se hacía desde la época prehispánica, esto quiere decir al ras del suelo improvisando un horno efímero.
Horno de leña sin humo: Masakazu Kusakabe
Durante febrero de 2017 se construyó el horno de leña sin humo de la Escuela Nacional de Cerámica, el más grande que había desarrollado el maestro Masakazu Kusakabe y el primero de este tipo en América Latina hasta ese entonces. Un horno de leña, de alta temperatura que no emite humo.
Masakazu Kusakabe es reconocido internacionalmente por su maestría en la cerámica tradicional japonesa así como por su aporte en el diseño de hornos de leña. El taller se llevó a cabo con 10 ceramistas y alfareros provenientes de diferentes entidades de México. Se planteó la construcción de un tipo de horno de leña con adecuaciones propias del artista. Éste horno economiza el uso de la madera, alcanza temperaturas de hasta 1300 ºC y no genera humo.
Con sus setenta años de edad y lleno de vitalidad, el maestro compartió sus conocimientos, muy ligados a su filosofía de vida. Fueron 30 días intensivos de trabajo constante para poder concluir la construcción y realizar tres quemas, en dónde también instruyó cómo alimentar al horno de una manera diferente a la que se acostumbra en México. El resultado fueron piezas muy ricas en colores y texturas. Los esmaltes que se utilizaron fueron: el celedón, mate de titanio, oribe verde de cobre, esmaltes de ceniza, Qi-ó (morado) y shino, así como los esmaltes naturales, resultado de las cenizas del horno sobre las piezas bizcochadas o crudas, los cuales se impregnaron en estas, aportando una riqueza a la superficie. Cada quema era una celebración, ver al horno ir subiendo, las reducciones, el contacto con el fuego, el trabajo en equipo.
El objetivo del curso fue brindar las herramientas teórico-prácticas para que los ceramistas pudiesen replicar este modelo de horno en sus talleres, mejorar la calidad de sus piezas y principalmente reducir al mínimo la contaminación que la combustión en leña genera.
Esta actividad contempló la capacitación del Ingeniero Yusuke Suzuki, académico de la Escuela Nacional de Cerámica (especialista en construcción de hornos de gas y eléctricos así como de la producción de diferentes materias primas cerámicas), en virtud de difundir este conocimiento directamente en diversas comunidades alfareras del país, para transformar la manera de quemar, una que los beneficie, proteja su salud y al medio ambiente.
Las quemas de leña son fundamentales para la alfarería tradicional. Hornos de leña que no emiten humo a cargo del Ing. Yusuke Suzuki.
Uno de los objetivos fundamentales para la Escuela Nacional de Cerámica es generar una vinculación con diferentes entidades del país que se dediquen a la producción cerámica. Es con el taller Hornos de leña sin humo para la alfarería nacional que dio inicio el proyecto de la Escuela fuera de sus instalaciones; proyecto actualmente a cargo del Ingeniero Yusuke Suzuzki.
Una vez concluído el taller del maestro Kusakabe, el Ing. Suzuki trabajó varios meses en la adapatación de este horno para la alfarería nacional, tomando en cuenta que los artesanos mexicanos en su mayoría queman a bajas temperaturas y sus hornos por lo general están construidos con ladrillo rojo.
Se tomó en cuenta que el horno del maestro Kusakabe estaba planeado para ceramistas que trabajasen la alta temperatura. En su horno, al momento de la quema circula una gran cantidad de ceniza de leña lo que permite el desarrollo de esmaltes naturales de cenizas, pero para los alfareros mexicanos esto mismo puede presentar algunos inconvenientes.
a) La cámara de combustión del horno Kusakabe es de tiro invertido y la cámara de carga de tiro directo. Esto provoca que tanto el piso de la cámara de combustión como el de la cámara de carga estén expuestos a temperaturas de más de 1200 °C.
b) Los hornos de los alfareros se construyen con tabiques rojos, estos no presentan una alta refractariedad, si se utilizaran estos para la cámara de combustión como esta propuesta para alta temperatura, el piso se fundiría y caería. Para resolver este problema se tendría que usar tabiques refractarios los cuales son muy costosos para el alfarero mexicano, y por lo mismo sería menos viable que lo pudiesen replicar.
Por esta razón se modificó el horno de manera que se permita la entrada de aire frío al piso de la cámara de combustión, lo que evita el sobrecalentamiento, posteriormente la llama caliente entra a la cámara de carga, calienta las piezas y va perdiendo temperatura al llegar al piso de carga. También en este caso el piso de carga no se sobrecalienta.
Mientras que la ceniza de madera puede resultar favorecedora para el ceramista de alta temperatura, para el alfarero mexicano puede resultar un gran inconveniente porque mancha sus esmaltes.
2017, año en que da inicio el proyecto “Hornos de leña sin humo” para la alfarería nacional
Durante el 2017 se llevó esta capacitación y construcción de horno a tres comunidades alfareras del país: San Felipe, Torres Mochas (Guanajuato); Metepec (Estado de México) y Amatenango del Valle (Chiapas).
Este 2018, el proyecto continúa esparciéndose a lo largo del país, iniciamos el calendario en Julio con el estado de Oaxaca, en el municipio de San Marcos Tlapazola. Se capacitará al grupo Las mujeres del barro rojo, y también participarán alfareros de otras entidades. Continuaremos en el estado de Michoacán y finalmente será Jalisco con el que cerremos el calendario de este año.
Una de las metas de la capacitación es que los artesanos continúen compartiendo estos conocimientos en su comunidad como ha sucedido en San Felipe, donde van por el tercer horno construído por ellos y el cuarto en su entidad.
El propósito de llevar a cabo esta capacitación en las comunidades alfareras es proveer a los artesanos del conocimiento necesario para poder construir su propio horno, uno que tenga una mejor combustión y que utilice menos leña. Esto los benificiará directamente en la salud, el cuidado del medio ambiente y también al reducir la merma en su producción.
Previo al inicio de cada taller, el ingeniero Suzuki estudia los materiales locales del lugar donde se va a construir, se busca estos en su 95% sean de procedencia local; una de las finalidades de este proyecto es que el horno pueda ser lo más accesible posible y esto les permita a los artesanos poder replicarlo.
Este horno es de tipo catenaria con tiro invertido sin emisiones de contaminantes. Por el momento cuenta con 3 tamaños disponibles: 2, 4 y 6 placas de 0,75 m³, 2 m³ y 3 m³ respectivamente. Su chimenea puede medir desde 7,5 metros hasta 12 metros en estos tres diseños que actualmente se trabajan. Se puede crecer hasta 12 placas. La capacidad del horno que se construye, se determina a partir del tipo de producción que se realiza en cada lugar.
Incorporar el uso del pirómetro en los hornos ha sido fundamental, así se ha podido esclarecer cual es la temperatura real de la quema nuestra y también la de ellos. En la mayoría de las comunidades se sigue determinando si el horno ya llegó a su maduración a través del color del fuego en el interior del horno.
Con el pirómetro los artesanos testifican que su quema va subiendo de temperatura correctamente sin necesidad de alimentar constantemente o con una gran cantidad de leña, como acostumbran en los hornos de tipo celta o en las quemas a cielo abierto. Esto ayuda a que el consumo de leña sea el necesario para la quema, el cual es menor al que ellos normalmente están acostumbrados a utilizar. Este es otro de los aprendizajes que se obtienen durante la capacitación que imparte el Ing. Suzuki.
Conforme se ha ido avanzando en el proyecto, el horno ha ido teniendo ligeras modificaciones qué responden a las necesidades de cada lugar, así como al perfeccionamiento del diseño interior y su funcionalidad.
Este proyecto, en su segundo año ha ido creciendo y también ha establecido ciertos parámetros en las comunidades en donde se construye y capacita a los artesanos. Las piezas resultantes de estas quemas cuentan con un sello que certifica que han sido quemadas en un horno libre de humo, que cuida al medio ambiente, protege su salud y a la ecología, este sello, le otorga un valor agregado a sus piezas y es certificado exclusivamente por la escuela.
Cada horno que se construye, cuenta con una placa metálica que se coloca una vez que se ha concluido y probado el horno; refiere los principales beneficios que el uso de este horno otorga, así como una numeración y tanto el sello como la placa cuentan con el nombre y logotipo ya registrado y patentado Kusakabe &Suzuki quienes han materializado este proyecto en México y para las comunidades alfareras de nuestro país.
Es importante hacer hincapié en que la finalidad de la Escuela es únicamente el apoyo a las comunidades alfareras del país sin ningún otro beneficio que el contribuir y poder construir un vínculo. Agradecemos a todos los que han creído y contribuido con este proyecto.
En México hay muchas personas e instituciones interesadas en cambiar la cerámica en México y mejorar sus condiciones básicas, y son a ellos a quiénes les estamos profundamente agradecidos por su compromiso con las comunidades artesanales y con la cerámica de México. Este año se suman la Fundación Kasuga A.C., para apoyar este proyecto dentro de la República Mexicana, así como la Fundación Alfredo Harp Helú A.C en el estado de Oaxaca. Corporativa de Fundaciones A.C. ha contribuido con este proyecto desde sus inicios y es Empresas Tajín S.A. de C.V. quien ha hecho realidad el sueño de la Escuela Nacional de Cerámica y sus diferentes proyectos.
Sin duda alguna, es un gran cimiento el que se está construyendo y sobre el que están floreciendo nuevos bríos para la cerámica, para que los hornos de leña sin humo para la alfarería nacional y su capacitación puedan alcanzar a la mayor cantidad de comunidades dedicadas a la cerámica de este país.
Proyecto de reforestación a largo plazo.
A largo plazo la escuela tiene planteado un proyecto de reforestación que vaya de la mano con estos talleres, aunque consideramos que esto es responsabilidad de cada uno de los municipios, tenemos claro que no siempre lo contemplan y por la problemática ambiental a nivel nacional, nos parece de vital importancia poder ir trabajando en un futuro con programas de reforestación que contemplen árboles y pastos de crecimiento rápido y generen buena leña para su combustión, así como afines al clima de cada entidad.
Este 2018 nuestro país invitado es Alemania y 2019 lo será China.
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Infoceramica agradece al ICMEA la ayuda prestada para la realización de este reportaje.