Mullita Fest 2018

by Infocerámica

Mullita Fest 2018

Mullita Fest 2018

Texto: Wladimir Vivas – Fotos: Laura Miner y W. V.

En la playa de la Concha el sol es radiante, el paseo está lleno de turistas que, poco después, se dispersarán por las calles del casco viejo buscando los pintxos y los vinos. Es mediodía del sábado. Llevamos desde el viernes disfrutando de las actividades del Mullita Fest, que se celebra en Undermount, en lo alto del monte Igeldo, y es hacia allí a donde dirigimos nuestra mirada, ya que la impresionante tormenta parece estar descargando exclusivamente sobre el famoso monte, a las afueras de Donostia/San Sebastián.

La imagen espectacular de la tormenta no hace más que remarcar la fuerza de lo que está ocurriendo en las naves y estancias de Undermount, donde decenas de ceramistas no se contentan con trabajar en sus talleres, aislados, y deciden (o necesitan) compartir no solo las técnicas o conocimientos, sino, muy especialmente, las sensaciones.

Y es que, en cerámica (como en cualquier otra forma de arte) las sensaciones pueden aparecer de diferentes formas, podemos emocionarnos viendo como un ceramista muestra su oficio, podemos sentir el pulso de la creación efímera, la poesía de una pausada performance o, al contrario, el vertiginoso ritmo de creación con fuego. También recibir conocimiento en pequeñas dosis, viendo trabajar a algunos maestros de la cerámica o conociendo su trayectoria y su trabajo.

Pero quizá sea necesario detenernos un poco en lo que pudimos ver durante este intenso fin de semana, para entender la dimensión que toman este tipo de celebraciones (porque, en el fondo, de eso se trata: de una celebración de la cerámica).

Para poner orden en nuestro relato, podemos tratar de dividir las propuestas en tres categorías: las demostraciones en vivo de trabajo, o clases magistrales; las performances, y las conferencias. Aunque bueno será decir que, en algunos casos, estas categorías se entremezclan.

Las demostraciones en vivo comenzaron con la construcción y posterior cocción de un pequeño horno de leña, a cargo de Jaime Romero, que sorprendió al personal con la limpieza de la construcción y la facilidad de cocción, todo lo contrario de lo que, en ocasiones, se piensa de las cocciones de leña. Rafaela Pareja compartió sus técnicas, pero también su ideas sobre la realización de esculturas cerámicas. A continuación, Juan Carlos Martín y Toño Naharro mostraron sus maestría al torno, ofreciendo ese nexo de unión entre la tradición y la modernidad que a menudo se quiere ensanchar, o incluso separar. Avelino Carrasco, con sus terras sigillatas, Toño Pérez, con sus esculturas, y Javier Ramos, con su estampación de imágenes sobre cerámica, mostraron sus sistemas de trabajo, que sin duda dejaron a los asistentes con ganas de saber más sobre estas técnicas.

En cuanto a las conferencias, más formales, pudimos conocer la impresionante trayectoria de uno de los ceramistas actuales con mayor proyección internacional: Ángel Garraza, 30 años de trabajo escultórico del que no solo mostró los resultados, sino también las técnicas utilizadas. El último día, y casi como despedida, fue Txaro Marañón la que compartió sus planteamientos escultóricos y su diálogo entre materiales y conceptos.

La tercera de las categorías en las que, de forma totalmente subjetiva, he dividido lo que vivimos en Undermount, son las performances que, como no podía ser de otro modo, giran en torno al fuego y la acción. Pudimos ver a Alberto Hernandez, que trabajó sin descanso durante horas, produciendo pinturas con fuego, haciendo realidad ese tópico de “años de preparación, minutos de realización”; en efecto, Alberto, dominando a la perfección la técnica, se puede permitir dejarse llevar por la acción, envuelto en el humo de la madera quemada y el vapor del agua, arrojando serrín sobre las placas recién salidas del horno, dibujando con los gruesos guantes de cuero sobre la superficie aún caliente y sumergiendo, en el momento justo, la placa en agua, todo esto en la semioscuridad del taller. Sin descanso, una pieza tras otra hasta caer agotado, después de llenar el espacio con obras y con la emoción de la creación en estado puro.

No menos intenso fue el espectáculo ofrecido por Elsa Novelle y Javier Olmo, mejor dicho, los espectáculos, ya que hicieron un “primer pase”, dedicado al Guernica, y un segundo, en un espacio público de Igueldo, más centrado en el fuego, siempre acompañado de música. Pura energía.

Marcos Pacheco puso un momento de relax y poesía. Él solo, en silencio, torneando bajo una luz cenital que recortaba su imagen en la oscuridad que le circundaba, rodeado de las cerámicas que había tornado durante días, ofreció un espacio para la reflexión. Reflexión sobre nuestro oficio, sobre la soledad y la suerte de meditación que supone el trabajo en el taller y la repetición de piezas.

La noche del sábado pudimos asistir al momento final de la realización de Femfoc, formado por Inga Freitas y Julià Sangés. Durante el viernes y el sábado estuvieron peleando con la lluvia y el viento, realizando una escultura, alrededor de la cual construyeron, con bambú y papel, el horno “tipi” que cocerían el caer la tarde. Los espectáculos con fuego o las cocciones espectáculo, como prefiramos, son una constante en los encuentros de ceramistas, pero en este caso, no es solo el hecho de tener fuego, chispas, humo y barro al rojo lo que emociona; son ellas, dos mujeres que parecen servir al fuego, no servirse de él. Dos mujeres que actúan como maestras del fuego sin necesidad de complementos más o menos estéticos, sin danzas o rituales, que trabajan alrededor del horno y se convierten en parte de la cocción. Ellas son la obra, como la escultura y lo que simboliza, como el fuego o lo que se mueve en torno. Mujeres seguras de su poder, que ceden, porque precisamente esa seguridad se lo permite, el protagonismo al fuego.

Y mientras esto ocurría, a pocos metros, Lluis Heras (“Didi”) mantenía encendidas dos pequeñas chimeneas, cuidando que conservaran fuego en lo alto. Una acción callada y silenciosa, casi una metáfora de lo que significa ser ceramista, hacer cerámica. Podemos dispersarnos, buscar nuevas sensaciones, nuevas emociones, pero siempre debemos tener una seguridad en nuestro camino, siempre debe haber en nuestro taller una chimenea encendida.

Y eso fue todo. No es poco, y seguro que no será lo último (no creo que la gente de Undermount, Laura, Aitziber y el resto de la cuadrilla puedan estar quietas).

Para quienes se lo perdieron, que estén atentos a la próxima ocasión, porque pocas veces se pueden compartir tres días con tan buena gente, tan buen rollo, tanta cerámica ¡y tan buenos pintxos y cervezas…!
________________________________________________________________________________________________________________________

Mullita Fest 2018

Lluis Heras

Mullita Fest 2018

Javier Ramos

Mullita Fest 2018

Txaro Marañón

Juan Carlos Martín y Toño Naharro

Mullita Fest 2018

Alberto Hernández

Mullita Fest 2018

Elsa Novelle y Javier Olmo

Mullita Fest 2018

Avelino Carrasco

Mullita Fest 2018

Julià Sangés e Inga Freitas

Mullita Fest 2018

Instalación de “Femfoc”, Julià Sangés e Inga Freitas

Mullita Fest 2018

Rafaela Pareja

Mullita Fest 2018

Elsa Novelle y Javier Olmo

Mullita Fest 2018

Toño Pérez

Mullita Fest 2018

Marcos Pacheco

Mullita Fest 2018 Mullita Fest 2018
________________________________________________________________________________________________________________________

Undermount
Paseo Aita orkolaga 46, Igeldo
20008 San Sebastián

Tel. 972 64 07 94
Email: mullitafest@gmail.com

________________________________________________________________________________________________________________________

 Fotos: Laura Miner y Wladimir Vivas

¿Quieres enviar tus noticias y propuestas? Accede al formulario de envío

Si quieres seguir leyendo artículos como este, apóyanos haciéndote socio de Infocerámica 

Quizás también te interese

Esta web utiliza cookies para mejorar tu experiencia. Asumimos que estás de acuerdo con esto, pero puedes desactivarlas si quieres. Acepto Más información

Política de cookies