Durante los meses de abril y mayo se pudo ver en la Galería Goldmark, en Uppingham (Reino Unido) la exposición individual de Phil Rogers, uno de los ceramistas actuales más importantes del denominado “Studio Pottery”
Con motivo de esta exposición, la Galería Goldmark publicó un catálogo en el que se incluye una entrevista con el artista, que es uno de los más destacados exponentes actuales de la tradición del “Studio Pottery” (Ceramista de estudio), que han conseguido aunar la cerámica tradicional de tipo funcional con la expresión artística
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El próximo año será tu cuadragésimo año como profesional de la cerámica. ¿Crees que su enfoque de la cerámica ha cambiado desde tus comienzos?
De vez en cuando observo una pieza que hice en los primeros años de mi carrera. Lo que me resulta más sorprendente de estos descubrimientos es que la esencia del trabajo ha permanecido constante a lo largo de los años; el cambio ha sido que las piezas son mejores, (¡espero!).
Es difícil definir lo que significa “mejor”; para muchos de sus propietarios, estas piezas tempranas siguen siendo atractivas. A mí, me permiten comprobar que ha habido una mejora: en la forma, la decoración, la técnica y el acabado. Todas estas cosas dependen mucho de la experiencia; no sólo la experiencia de una larga carrera y en la realización de muchas, muchas cerámicas, aunque eso es probablemente el elemento más importante. Esto se relaciona con lo que se experimenta como uno viaja, viendo cerámicas en diferentes entornos, de diferentes culturas y épocas, y manipulando obras de otros ceramistas con los que uno se encuentra. Hay que ser abierto y receptivo.
Hacer cerámicas a lo largo de una larga carrera significa, en última instancia, el refinamiento, la interminable búsqueda del perfeccionamiento. El cliché es que ‘la próxima cocción será la mejor’, pero lo cierto es que esta es la esperanza de todo ceramista.
Este será tu cuarta exposición en la Galería Goldmark. ¿Eres consciente mientras trabajas de hacer piezas específicamente para la exposición, o simplemente es una cuestión de elegir las mejores?
Un poco ambas cosas. He estado reuniendo piezas para esta exposición durante dieciocho meses, pero, como continúo haciendo más, tengo imágenes en mi mente sobre comoo las expondré. Esa sensación de unidad y la forma de mostrar las cerámicas en una exposición es algo de lo que soy muy consciente. Por lo tanto, cuando torneo intento crear grupos que se “sentarán felices uno al lado de los otros como si fueran familia”.
Siempre ha estado en mi mente que una exposición no sólo debe mostrar el mejor trabajo disponible, sino también, en general, el más reciente. Esperemos que estas dos cosas vayan de la mano. Cocí mi horno de leña sólo tres veces en un período de dos años y el horno de aceite , tal vez tres veces al año, por lo que para mí un período de dieciocho meses es reciente. Sin embargo, como con la mayoría de los ceramistas, estoy seguro de que estaré haciendo cocciones hasta el último minuto en un esfuerzo por encontrar esas piezas de exposición que se resisten.
¿Hay algo nuevo que has querido exhibir o probar en esta exposición?
He estado trabajando en crear una forma de Buncheong desde hace cerca de tres años. Buncheong es un tipo de cerámica coreana tradicional que existió en su forma original durante los siglos XV y XVI. Se basa en sólo tres elementos: una arcilla oscura, rica en hierro, el engobe blanco y un esmalte claro, a veces verdoso o gris. A menudo, este engobe es aplicado sobre la pieza con un pincel grueso, una técnica que los coreanos llamaron “Guiyal” y que los japoneses vinieron a llamar “Hakeme”. La decoración fue hecha dibujando a través del engobe para revelar el cuerpo de la arcilla debajo, o incrustandolo en patrones estampados e incisos. El pigmento de hierro también se usó encima del esmalte para dibujar pájaros estilizados, animales y plantas, a menudo de una manera “ingenua” o “infantil”.
Cuando un horno sólo se cuece una vez al año el desarrollo es lento. Me he esforzado por encontrar mi propio vocabulario con el pincel, y aunque es muy diferente de los esmaltes fluidos de cenizas y de la decoración “grabada” a los que normalmente se me asocia, estas nuevas cerámicas creo que captan ese mismo espíritu unificador de forma y tacto. Estoy abierto a futuros refinamientos, pero las piezas de Buncheong que he elegido para esta exposición representan la iteración más exitosa de esta nueva forma de hacer.
Siempre has tenido una amplia gama de influencias, ya sea la forma de trabajo encarnado por Hamada, Leach y Cardew o, más atrás aún, a la cerámica realizada en la Gran Bretaña medieval, Alemania, Corea y Japón. ¿Alguna vez te encuentras buscando fuentes más actuales de inspiración?
Siento, justificadamente, que soy en gran parte autodidacta. Muchas de las piezas de los ceramistas y períodos que menciona fueron mis tutores en la distancia y aprendí mucho de mirar, manejar y absorber la esencia de su trabajo. Todavía admiro las mismas cerámicas que siempre he admirado, y regularmente regreso a ellas como alivio después de un día improductivo.
Cuando estuve en el Newport College of Art, me enseñaron a trabajar con un sistema de desarrollo, no es solo pintar un cuadro o hacer una cerámica, sino que debe haber una serie de ideas que comparten la misma raiz, pero que llegan a diferentes “destinos” a través del prioceso. Creo que cualquier artista creativo llegará, o debería llegar, a un momento en su carrera en el que las influencias ya han hecho su efecto y surge una especie de aceleración que lleva de una idea creativa a la siguiente. En este momento ya se tiene un estilo individual y uno es capaz de trabajar realizando piezas imbuidas de un sello personal.
En ocasiones has comentado que la gente hoy en día ya no tiene necesidad de la cerámica funcional. También has escrito sobre la necesidad de un “sentido de la aventura” en la cerámica moderna. ¿Cuál crees que es el papel del ceramista en la sociedad contemporánea?
Creo que acuñé la expresión “un sentido de la aventura” al escribir sobre Lisa Hammond, y estoy de acuerdo con lo que dije. El papel del alfarero hoy no es el que era hace cien años. El metal y el plástico producidos de forma barata han reemplazado al “alfarero tradicional”. El surgimiento del “ceramista de estudio” (Studio potter) significó que nosotros, los alfareros, teníamos un nuevo papel. Nuestras cerámicas son vistas como una expresión artística y en nuestro trabajo respondemos a muchas de las mismas preguntas que un escultor o pintor: preguntas sobre la línea, la forma, la composición, la luz, la sombra, el equilibrio, etc. Nuestro trabajo ya no se ocupa exclusivamente del “uso”. Las piezas, aunque poseen una función práctica, también pueden tener un papel contemplativo de la misma manera que una pintura o una escultura puede adornar un ambiente y ordenar el espacio a su alrededor. A veces no se trata de utilidad en absoluto. Hagamos lo que hagamos, creo que tiene que haber este “sentido de la aventura” en el trabajo. Quiero que la gente que mira mis cerámicas sea capazad de reconocer que he tratado de ampliar mis límites un poco, incluso arriesgándo al fracaso.
¿Cuál es el papel del ceramista hoy en día? Creo que nuestras cerámicas deben tener una firma personal. No somos los artesanos anónimos que Yanagi o William Morris abrazaron: Hamada reconoció esto y abrazó completamente el estatus de “artista alfarero”. Estamos haciendo cerámica para una clientela sofisticada que quieren, en las piezas que compran, algo más que un utensilio puramente funcional. Creo que debemos imbuir nuestro trabajo de un espíritu de esfuerzo artístico que eleve la cerámica y la coloque junto a lo mejor del arte en dos y tres dimensiones. La Galería Goldmark ha contribuido enormemente a este fin y sigue promoviendo lo mejor de la cerámica en el mismo plano que cualquier otra forma de arte.
2016 ha sido un año incierto para la mayoría de nosotros, y 2017 parece que traerá más de lo mismo. ¿Qué esperas para tu futuro como ceramista y para el futuro de la cerámica?
La cerámica está en un lugar fuerte: nunca ha habido tanto interés. El alto nivel de ventas en la Galería Goldmark es una prueba de ello. He pasado bastante tiempo en Estados >Unidos a lo largo de los años y allí veo un sistema de educación de cerámica muy vibrante, donde muchos de los principales artistas y ceramistas son también profesores. A diferencia de muchas de nuestras propias universidades, logran mantener ambas esferas de sus vidas creativas.
Personalmente espero seguir haciendo lo que hago. Siento, sin embargo, que puedo estar llegando al final del uso de las cocciones de leña en mi trabajo. El horno de leña y sus caprichos han tomado mucho de mi tiempo y energía. La cantidad de trabajo duro involucrado es desalentador, desde cortar la leña (acabo de aserrar y apilar 6 toneladas de troncos, tengo otras 17 toneladas de espera) para la carga a las largas horas de cocción. La cocción de leña es exigente, y aunque no hay ninguna otra forma de cocción que te de el aliento de sus colores y texturas, también puede suponer un puñetazo en la cara, a menudo sin ninguna razón aparente. He tenido ambas experiencias y, en ocasiones, he roto tantas piezas como las que he conservado.
Ciertamente todavía me gusta lo que se puede hacer con un número limitado de materiales, algunos conseguidos localmente, y utilizando un horno de reducción. Recientemente he vuelto de nuevo a probar esmaltes después de descuidar ese tema durante unos años, edurante los que confié en una biblioteca de alrededor de diez que sé que funcionan. Las cenizas de madera siempre han tenido una fascinación para mí y quiero volver a experimentar más.
La última entrega de madera para el horno puede ser la última: 23 toneladas son suficientes para cinco cocciones durante al menos dos años. Así, aunque puede estar a la vista el final de este capítulo, no será inmediatamente.
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Infocerámica agradece al Phil Rogers y a la Galería Goldmark la ayuda prestada para la publicación de este artículo. Las imágenes se publican con el permiso expreso del la artista exclusivamente para la promoción de su obra. Todos los derechos reservados.