Durante los meses de verano de 2013, hasta el 15 de septiembre, se ha podido visitar la exposición sobre la obra artística de Francisco Durrio en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. Con motivo de esta muestra se ha publicado un catálogo que será, a partir de ahora, el punto de referencia bibliográfico para conocer a este artista, que desarrollo gran parte de su obra en cerámica.
La figura de Francisco Durrio cuenta con los rasgos novelescos propios de algunos de los grandes personajes de la mítica bohemia parisina, que le hacen muy atractivo como personaje: su descubrimiento, amistad y posterior alejamiento del joven Picasso, al que ayudo en sus comienzos; su amistad personal con Gauguin, que le llevó a atesorar alrededor de 120 obras del artista francés; su figura artística que tuvo el reconocimiento en el entorno del arte parisino pero no fuera de él, o la pobreza que le atenazó durante largas temporadas, al tiempo que atesoraba una excelente colección de arte.
Durrio fue un personaje clave en el ambiente artístico del París de principios del siglo xx, actuando en muchas ocasiones como enlace de los españoles que llegaban a la capital del Sena, a quienes introducía en los círculos artísticos, en los que, según testimonios, era querido por su carácter afable, introvertido y siempre dispuesto a prestar ayuda.
Sin embargo, su vida fue dura por los problemas económicos y también de salud, que le llevaron, tanto unos como otros, a largos períodos de inactividad. Una de sus frustraciones fue no conseguir terminar la construcción de un horno que le hubiera permitido la creación de esculturas de mayor tamaño (para lo cual pidió incluso dinero a Picasso). La penuria económica le llevó a tener que dejar Montmartre, el barrio en el que vivió durante décadas: “La colina de Montmartre, testigo de mis andanzas juveniles, donde he vivido medio siglo y (donde) aun continuara si un caso de fuerza mayor no me hubiese obligado a abandonarle.”
Se ha dicho que vivió en la miseria, incluso en la mendicidad, pero lo cierto es que no llegó a tanto, siempre tuvo casa y taller, pudo haber vendido su colección de obras de arte, pero no lo hizo hasta el fin de sus días; murió en un hospital de beneficencia, pero como tantos otros. Esta situación de penuria no era ni mucho menos extraña en la Europa de los años treinta.
El catálogo que nos ocupa es, sin duda, el más profundo estudio sobre la vida y la obra de este artista que comenzó como orfebre y escultor y desarrolló su carrera como ceramista, aunque nunca dejo de lado otras formas de expresión, incluidos proyectos nunca realizados que habrían precisado de la colaboración con arquitectos y artesanos de diferentes disciplinas.
En el catálogo encontramos una biografía, a cargo de Javier González de Durana; un catálogo de las obras expuestas en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, tanto de su propia obra, como de los artistas que le acompañaron a lo largo de su vida: Louis Roy, Juan de Echevarría, Adolfo Guidard, Ramón Casas, Santiago Rusiñol, Armand Seguin, Ignacio Zuloaga, Francisco Iturrino, Ernest Chaplet y, por supuesto, Picasso y Gauguin, entre otros. Se ofrece también un estudio sobre dos de sus obras más conocidas: el Panteón de la familia Echevarría y el monumento a Juan Crisóstomo de Arriga, que puede verse en el ayuntamiento de Bilbao. A continuación podemos conocer los detalles de la colección de gauguins, para lo que se ha hecho un gran trabajo de investigación, consiguiendo en parte reconstruir la colección (esta colección fue subastada después de que Durrio no pudiera devolver la fianza que le había sido entregada a cambio de ceder la colección para una exposición).
Miriam Alzuri y María Amezega nos ofrecen una cronología de la vida de Paco Durrio. Por último, Miriam Alzuri ha seleccionado textos sobre el artista publicados en diferentes medios desde 1896 hasta 1928.
Este catálogo no puede faltar en la biblioteca de cualquiera que quiera tener una visión completa y en profundidad del desarrollo de la cerámica en Europa moderna, dada la importancia de Durrio en la promoción de la cerámica como un arte.
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Los autores de los textos de este catálogo son Javier González de Durana, Miriam Alzurri y María Amezaga.
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[contenttab]Francisco Durrio (1868-1940). Sobre las huellas de Gauguin
varios autores
Texto en español
27 × 24,8 cm.
Encuadernado en rústica
304 páginas
38 €
Museo de Bellas Artes de Bilbao
ISBN 978-84-96763-43-2[/contenttab]
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Para conocer el catálogo de la editorial, Pinche aquí.[/contenttab]
[contenttab]paco Durrio: “Mi divisa es luvhar. Lucharé”. Javier González de Durana
Catálogo
Francisco Durrio y su colección de Gauguins. Javier González de Durana
Cronología. Miriam Alzuri y María Amezaga
Recepción crítica. María Amezaga
Bibliografía
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[contenttab]
Museo de Bellas Artes de Bilbao
Museo Plaza, 2
48009 Bilbao (Vizcaya)
Tlf. 94 439 60 60
www.museobilbao.com[/contenttab]
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Texto: Wladimir Vivas