Decir que prĆ”cticamente todas las facetas de la cultura han sido transformadas por las nuevas tecnologĆas no es nada nuevo, y decir que las relaciones sociales estĆ”n cambiando es algo que puede comprobarse en el dĆa a dĆa, mĆ”s aĆŗn si tenemos cerca de nosotros a quiĆ©nes comienzan su integraciĆ³n social en estos momentos: los jĆ³venes. Entonces, Āæpor quĆ© tendrĆa que ser diferente en el mundo del arte o la artesanĆa? Las artes, excepto en casos excepcionales, siempre han tenido un componente social, el artista no crea de forma aislada, sino que educa su creatividad en un medio social, conociendo a quienes le precedieron, absorbiendo influencias y, frecuentemente, investigando al tiempo que lo hacen otros con los que comparte experiencias (caso de los movimientos artĆsticos o grupos de artistas).
En el caso de las artes, las redes sociales, o Internet en general, son una herramienta insustituible (de momento) para estar en comunicaciĆ³n con otros creadores compartiendo experiencias. QuizĆ” sea mĆ”s romĆ”ntico pensar en un sĆ³tano lleno de humo en Montmartre, pero hoy en dĆa si quiero conocer la opiniĆ³n de un ceramista con el que me siento identificado le envĆo un mensaje privado a travĆ©s de facebook. Pero para que este sistema sea funcional hay que empezar por aprender a usarlo. Las redes sociales las componen personas, y hay que saber diferenciar la relaciĆ³n que tenemos con cada cual, mediante la utilizaciĆ³n de las herramientas del sistema que nos permiten establecer filtros, darnos privacidad y separar facetas de nuestra vida. Las redes sociales deben ser sistemas de comunicaciĆ³n, pero en ocasiones se convierten en sistemas de pasar el rato, “hojeando” el facebook y diciendo si te gusta la foto que ha “colgado” alguien. Cuanto mĆ”s centrado estĆ” tu cĆrculo de amigos, mĆ”s comunicaciĆ³n real habrĆ”, mĆ”s posibilidades hay de que los “amigos” de facebook se conviertan en autĆ©nticos amigos.
Otro tema interesante sobre las comunicaciones son los nuevos paradigmas en cuanto a las revistas digitales. El profesor universitario y especialista en comunicaciĆ³n digital, JosĆ© Luis Orihuela, lo tiene claro: “(…) La superabundancia de informaciĆ³n caracterĆstica de la era digital, revela la importancia estratĆ©gica de los medios como gestores sociales del conocimiento. El anĆ”lisis profesional de la informaciĆ³n y su transformaciĆ³n en conocimiento se convierte en el nuevo vector de la actividad mediĆ”tica. Es evidente; pero hay quien todavĆa cree que la comunicaciĆ³n digital debe ser el reino de la informaciĆ³n masiva e informe.”
En cuanto al diseƱo de las publicaciones, cada vez se puede comprobar cĆ³mo la llegada de los dispositivos portĆ”tiles y tĆ”ctiles, especialmente las tablets, estĆ” generando un nuevo tipo de revista. DespuĆ©s de aƱos en los que, esperando la siempre aplazada muerte del papel, se desarrollaba un modelo de publicaciĆ³n digital, bĆ”sicamente con el formato de una pĆ”gina web (el que tienen prĆ”cticamente todos los periĆ³dicos on-line que leemos habitualmente), se empieza a ver el camino por el que van las publicaciones, especialmente las revistas grĆ”ficas diseƱadas para tablets, y Ā”sorpresa! pueden considerarse como una vuelta de tuerca al diseƱo grĆ”fico tradicional, ya que conservan el concepto de paginaciĆ³n, aunque mejorado gracias a las posibilidades digitales: galerĆas de fotos, vĆdeos, hiperenlaces, buscadores, etc.
Publicado en Revista CerĆ”mica, nĆŗmero 129.